INICIACIÓN PRIMORDIAL
E INICIACIÓN REESTABLECIDA
Gabriel López de Rojas
“Weishaupt citaba a los Illuminati como la Verdadera Masonería
y denominaba ‘ignorantes’, ‘clerecía sagrada’
y otras lindezas a la Gran Logia inglesa.
Lo que cuenta para el caso es que Adam Weishaupt
reestableció la tradición masónica genuina
y la Iniciación Primordial, mientras otros la destruían,
algo que hoy sigue ocurriendo”.
El autor
En la fase idealista del Rojismo, hablamos de microciclos y macrociclos. Los macrociclos son Eras que marcan la evolución de la humanidad. Desde el origen del hombre hasta aproximadamente el 2000 antes de nuestra era (ANE), periodo conocido en el Rojismo como Era Primordial o Edad de Oro, muchos iniciados creyeron en el dios de la Luz y la iniciación en su forma de dios cornudo o toro sagrado, desarrollaron una iniciación fundamentada en su transformación en dicha divinidad y defendieron la libertad y la igualdad. Adam Weishaupt, el fundador de Los Illuminati de Baviera, en referencia a esos dos principios de la Era Primordial, decía: “La Igualdad y la Libertad son los derechos esenciales que el hombre, en su perfección originaria, recibió de la naturaleza”.
Una de las representaciones más antiguas de la Iniciación Primordial desarrollada en la Era Primordial se halla en la caverna de los Trois Freres en Ariege, Francia, y data del paleolítico superior. La figura que se encuentra en la caverna representa a un hombre envuelto en la piel de un ciervo que lleva en su cabeza las astas del animal. Es evidente que la representación muestra a un antiguo iniciado transformado en el dios de la Luz.
Más o menos entre el año 2000 ANE y los primeros años de nuestra era, periodo conocido en el Rojismo como Era de la Caída, lentamente triunfaron la aristocracia, la jerarquía y algunos cultos de esclavos. Y, por ello, el dios de la Luz y la Iniciación Primordial, basada en la transformación del iniciado en la propia divinidad, en el HOMO EST DEUS, se escondieron en diferentes cultos, en vías tradicionales de iniciación como el tantra del hinduismo, la cábala del judaísmo, el simbolismo, la alquimia…o en masonerías operativas (masonería egipcia, masonería de Hiram Abiff que construyó el Templo de Jerusalem, Artífices de Dioniso, Colegio Romano de Arquitectos…).
Entre los primeros años de nuestra era y alrededor del 2000 NE, periodo conocido en el Rojismo como Era de la Oscuridad, el cristianismo, junto a la aristocracia, ejerció un poder tiránico y practicó una verdadera cruzada, un brutal genocidio, contra aquellos que preservaron de alguna forma la Iniciación Primordial o que fueron sospechosos de ello; también contra quienes no aceptaron sus dogmas.
Así, la Iglesia Católica y la Inquisición casi exterminaron por completo a los gnósticos, a los cátaros, a las brujas, a los templarios, a los alquimistas, a los judíos y cabalistas, a los Illuminati y a los masones. Es comprensible, por tanto, que la Iniciación Primordial se escondiese por completo en la Era de la Oscuridad hasta el punto de que aún hoy resulta difícil para muchos entender cuál es, por ejemplo, el significado de ciertos símbolos masónicos de la Iniciación Primordial de las catedrales góticas construidas por los masones operativos o a hombres con cabezas de animales demasiado similares al Iniciado que representa la Iniciación Primordial del paleolítico superior en la caverna de los Trois Freres en Ariege, Francia. En cualquier caso, cabe puntualizar que, en el fondo de las persecuciones de la Era de la Oscuridad, en las que tantos y tantos Hermanos fueron asesinados, había un deseo muy marcado de la jerarquía católica por mantener el poder a cualquier precio, en su beneficio y en el de la aristocracia.
Ya, en el siglo XVIII, sin embargo, con la llegada de la Ilustración y las Luces, unos pocos guardianes de la Iniciación Primordial conspiraron, retomaron la Iniciación Primordial y lograron el estallido de la Revolución francesa en 1789, provocando que el Antiguo Régimen de esclavistas y aristócratas criminales se tambalease y cediese el poder a la emergente burguesía. Con ello, se creó un nuevo paradigma favorable para reestablecer de forma definitiva la mencionada Iniciación Primordial, algo que han intentado utilizar algunos cultos y órdenes de la Tradición Occidental, con mayor o menor fortuna, en los últimos siglos.
Hoy, de hecho, la Iniciación Primordial ha sido reestablecida, aunque sin haber logrado su objetivo último: emancipar a la humanidad entera.
LOS MASONES
Y LOS ILLUMINATI
La masonería operativa del medioevo que construyó las catedrales góticas, compuesta por canteros albañiles expertos en el trabajo de la piedra, era heredera de las masonerías operativas anteriores (masonería egipcia, masonería de Hiram Abiff que construyó el Templo de Jerusalem, Artífices de Dioniso, Colegio Romano de Arquitectos, Orden de Comacine) y, por tanto, estuvo relacionada con la Iniciación Primordial que custodiaban las citadas masonerías. En nuestro tiempo, de hecho, a la vez que la Gran Logia Unida de Inglaterra clerical destruye lo poco que le resta de la Iniciación Primordial, las catedrales góticas y la Gran Obra de los masones operativos del medioevo, se mantiene firme, impasible ante el paso de los siglos. Y es que la Iniciación Primordial del paleolítico superior, tan bien expuesta en la caverna de los Trois Freres, recorre los siglos y los milenios a través de las verdaderas masonerías, y también de algunos cultos.
En el siglo XVIII, cuando la labor destructiva de la Gran Logia ya había causado estragos en la iniciación y la filosofía con sus desvaríos idealistas, algunas órdenes masónicas retomaron la auténtica tradición masónica y la Iniciación Primordial. Y algunos cultos hicieron lo propio.
Así, el 1 de mayo de 1776, el catedrático alemán Adam Weishaupt fundó los Illuminati de Baviera, con el ánimo de reestablecer la Verdadera Masonería y la Iniciación Primordial. No olvidemos que, en sus escritos, Weishaupt citaba a los Illuminati como la Verdadera Masonería y denominaba “ignorantes”, “clerecía sagrada” y otras lindezas a la Gran Logia inglesa.
Lo que cuenta para el caso es que Adam Weishaupt reestableció la tradición masónica genuina y la Iniciación Primordial, mientras otros la destruían, algo que hoy sigue ocurriendo.
De esta forma, en las iniciaciones de los altos grados de los Illuminati, por ejemplo, el candidato rechazaba los símbolos cristianos (esclavistas) y se decantaba por los del dios de la Luz, para abrazar la última fase alquímica (Obra al Rojo), transformarse en la propia divinidad y transformar su realidad y la realidad que lo envolvía, con una filosofía de acción basada en la libertad y la igualdad. Era entonces cuando la Iniciación Primordial quedaba reestablecida.
Alessandro de Cagliostro fue iniciado en los misterios de la masonería egipcia por el Maestro Altothas en el año 1776, año en el que se fundaron también los Illuminati de Baviera. Cagliostro desarrolló la Masonería Egipcia del Rito Egipcio e intentó retornar la masonería moderna o especulativa en masonería operativa, es decir, también intentó reestablecer la tradición masónica y la Iniciación Primordial, tal como ya habían hecho los Illuminati bávaros. Cagliostro, fundador de un Rito y un Sistema de iniciación, consiguió su objetivo por medio de Operaciones Alquímicas, aunque no prestó atención a la filosofía de la acción y quedó atrapado en el idealismo.
Algunos autores como François Ribadeau Dumas han demostrado que Cagliostro, a pesar de las acusaciones que recibió en su contra y de su trágico final en manos de la Inquisición, no realizó jamás una mala acción.
EL JUDAÍSMO SABATIANO
DE SABBATAI ZEVI
Se ha dicho que algunos cultos también retomaron la Iniciación Primordial. El judaísmo nunca ha sido algo cerrado. Las familias, ramas y grupos distintos han sido siempre una realidad a lo largo de su historia. Algunas de ellas lucharon en el periodo citado, de forma consciente o inconsciente, por reestablecer la Iniciación Primordial. La familia del judaísmo que más hizo en ese sentido fue el Judaísmo Sabatiano, sin olvidar al Judaísmo Hasídico, del cual hablaré en otro momento.
A lo largo de la historia, fueron varios los judíos que se autoproclamaron mesías, uno de los últimos y puede que el más notable fue el rabino Sabbatai Zevi (1626-1676). Nacido en una familia sefardita de Esmirna, Sabbatai Zevi estudió en la escuela del rabino Joseph Escapa, donde se enseñaba la Torah y el Talmud. Parece que desde el principio el joven Zevi centro sus estudios en la cábala y se convirtió en un místico. El hecho de haber nacido el día en el que se conmemora la destrucción del Templo de Jerusalem y el contacto con las ideas de los milenaristas ingleses que aseguraban que el fin del mundo se produciría en 1666, así como el hecho de que los judíos esperasen al mesías en 1648, le convencieron de que él mismo era el mesías. En 1648, se proclamó mesías, teniendo un gran número de seguidores en su ciudad natal. Pero, en 1651, los judíos de Esmirna le expulsaron a él y a sus discípulos de la ciudad. Después, fue expulsado de Salónica (tras casarse con la Torah en una ceremonia considerada sacrílega), Atenas, Constantinopla y otras ciudades del Imperio Otomano, lo cual provocó que su fama creciese, hasta el extremo de que algunos rabinos e ilustres judíos sefarditas le dieron su apoyo. Entre otros, destacaron Nehemiah Hiyya ben Moses Hayyun, Nathan de Gaza, Jacob Querido o Abraham Miguel Cardozo. En 1663, viajó a Jerusalem, donde su misticismo le hizo ganar no pocos adeptos. Zevi, al final, se casó con Sarah, una judía prostituta de Polonia cuyos padres habían sido asesinados por los cosacos, ya que la tradición afirmaba que la mujer del mesías debía ser una prostituta. Eso, unido al carisma y la belleza de Sarah, hizo que Sabbatai Zevi empezase a ser conocido en todo el mundo, de manera que en 1665 volvió a Esmirna en olor de multitudes y fue proclamado Rey de los judíos en la sinagoga en una ceremonia a la que acudieron todos los hebreos de la ciudad. Entonces declaró que el Tanaj (Antiguo Testamento) y las Mitzvot (Mandamientos) debían ser reinterpretados, para convertirse en motivo de alegría y éxtasis físico y espiritual, realidad que fue la norma entre los judíos del Imperio Turco y los cristianos y musulmanes que se le unieron.
En 1666, Sabbatai Zevi se proclamó Rey de reyes y declaró que viajaría a Constantinopla para que el sultán le cediese su trono. Pero lo que ocurrió es que se encontró con el Gran Visir Ahmed Köprülü, quien lo desterró a un castillo en Abydos, allí Zevi prosiguió sus fiestas repletas de alegría y éxtasis físico y espiritual.
Finalmente, el sultán Mehmed IV le obligó a convertirse en musulmán para evitar el cadalso. Zevi aceptó y la mayoría de sus seguidores renunciaron. Al final, los turcos lo exiliaron a Dulcigno en Albania, donde murió en 1676.
Es necesario tener en cuenta que Sabbatai Zevi y sus seguidores siempre amaron sobre todas las cosas a Elohim o Hashem (dios en hebreo) y que jamás renunciaron al judaísmo, siendo su conversión al Islam una situación forzada por las circunstancias de la época. Tampoco cabe no olvidar que los seguidores de Zevi mantuvieron su judaísmo incluso después de la conversión, con no pocas dificultades, por lo cual hoy sus seguidores de Turquía y otros países islámicos siguen prácticando el judaísmo.
¿Qué ocurrió entonces? Las enseñanzas y prácticas de Sabbatai Zevi fueron heterodoxas e incorporaron importantes elementos de la Iniciación Primordial y el Rojismo, como la inclusión de los kepilot (dios de la Luz, etc.) en el Árbol de la Vida. Además, Zevi, de forma casi idéntica al Rojismo, siempre defendió que para llegar a fusionarse con Elohim, para ser el propio Elohim, es decir, para completar lo que sería la culminación de la iniciación en el Rojismo, había que pasar por ese trabajo en el Árbol de la Vida de la cábala judía, lo cual le costó ser discriminado en el seno del judaísmo.
Su principal discípulo, Nathan de Gaza, en Derush ha tininim, explica sobre Zevi algo que da una pista clara sobre los trabajos cabalísticos propuestos y desarrollados por Zevi y sus discípulos: “Dios lo sometió a grandes pruebas en numerosas ocasiones, de modo que después de encontrarse en lo más alto del cielo caía la fondo del gran abismo, donde las serpientes lo tentaban…”. Natán afirmaba, además, que el espacio primordial, ligado al Árbol de la Vida, estaba repleto de kelipot o potencias demoniacas y que la evolución interior en el Judaísmo Sabatiano de Zevi debía empezar con el trabajo con las mismas, claras alusiones al dios de Luz y a entidades afines que en el Rojismo se utilizan de idéntica forma. Es evidente que las explicaciones de Natán describen a la perfección lo que es el Rojismo y la Iniciación Primordial.
Hoy, el Judaísmo Sabatiano, al igual que el Judaísmo Hasídico, el cual en algunas ramas y grupos trabaja de forma similar a la descrita, siguen siendo una realidad. El término ortodoxo que emplean algunos de ellos a la hora de definirse es en alusión al respeto por las Mitzvot judías, tal como ellos las entendieron y desarrollaron, anteponiéndolas a las modas y tendencias de las sociedades actuales.
Por ejemplo, hoy, existen un Gran Rabinato Ortodoxo Sabatiano, una Yeshivah Ortodoxa Sabbatai Zevi, un Rabinato Turco Sabatiano, un Instituto de Estudios Sabatianos Turco y un Colectivo Neo-Sabatiano. Todos ellos practican un judaísmo de carácter místico, muy similar al Hasídico, al cual inspiraron en su momento. Y todos ellos defienden unos principios muy similares a los del Rojismo y la Iniciación Primordial.
LA OTO
(ORDO TEMPLI ORIENTIS)
La OTO (Ordo Templi Orientis) fue fundada por el químico e industrial austriaco Karl Kellner (1850-1905), el cual fue sustituido a su muerte por Theodor Reuss (1855-1923). Su Constitución data de 1906.
La OTO había nacido de los Ritos masónicos de Memphis-Misraïm y de la tradición tántrica, aunque su origen, según sus fundadores, estaba de igual forma en los Illuminati, extremo más que discutible.
Aleister Crowley asumió la condición de OHO de la OTO desde 1922 e introdujo en ella la doctrina y Sistema de Thelema, basada en el Liber Legis y en la divinidad del hombre. Cabe tener presente que uno de los lemas de la OTO era “no hay más dios que el hombre”.
En ese sentido, se puede decir que la OTO de Aleister Crowley también reestableció la tradición masónica y la Iniciación Primordial, con igual claridad que el iniciado Cagliostro que inspiró con su Masonería Egipcia de Rito Egipcio a los Ritos de Memphis-Misraïm que nutrieron a la primera OTO, aunque no prestando atención a la filosofía de la acción y quedando como Cagliostro atrapado en el idealismo.
Muerto Crowley, la OTO y la Astrum Argentum, que él lideró desde 1907 y que permaneció en el seno de la OTO, fueron a parar a sus legítimos sucesores: Karl Germer, Marcelo Ramos Motta, David Bersson y el que esto escribe.
EL ROJISMO:
LA ORDEN ILLUMINATI Y LA SOTO
El Sistema de iniciación creado por mí se denomina Rojismo. En páginas anteriores, ya he dado una explicación sobre él. Pero conviene repasar algunos aspectos históricos e iniciáticos del Sistema.
El Rojismo se estructura en dos órdenes (Orden Illuminati y Societas OTO) y surge como Sistema de iniciación en 1995, a raíz de la fundación de la Orden Illuminati, empezando desde ese momento histórico a perfeccionarse.
El Rojismo encuentra su origen en la Iniciación Primordial del paleolítico superior y en los Illuminati de Baviera, reestableciendo la Iniciación Primordial y perfeccionando la filosofía de la acción de los Illuminati bávaros. No obstante, no olvida otras poderosas influencias como la tradición masónica, rosacruz, templaria…, ya que en cierta forma la hace suya en su iniciación y enseñanzas.
El Rojismo, por encima de lo expuesto, tiene una profunda relación con la cábala judía y el judaísmo, ya que es un Sistema de iniciación fundado por un judío de origen sefardita que, tras abandonar las órdenes en 2006, se convirtió en judío y rabino ortodoxo en 2007; estructura sus Ritos con el Árbol de la Vida de la cábala judía; incorpora enseñanzas y prácticas procedentes del Judaísmo Hasídico del rabino Israel Baal Shem Tov (1700-1760) y del Judaísmo Sabatiano del rabino y mesías Sabbatai Zevi; se nutre de antiguas tradiciones salomónicas del judaísmo más ancestral (Salomón, Hiram Abiff, Baphomet…); asume y utiliza la filosofía materialista (Marx, Engels…) y el psicoanálisis (Freud), fundadas por eminentes judíos; y conduce al iniciado a “matar” todos los dioses (dios de la Luz y similares) de forma progresiva, hasta quedar liberado de ellos, al igual que realizaron los judíos de forma progresiva al abrazar la creencia en Hashem o Elohim como único dios. Los seguidores del Rojismo, al igual que los judíos, aprenden con ese avance por los grados del Conocimiento que no hay dioses en plural, sino sólo un Elohim interno Superior, que en el Rojismo es el propio iniciado, trasformado en Elohim y con las herramientas de la razón, la ciencia, el rigor… El último grado “interno” del Rojismo, además, es puramente judío y recibe el nombre Cohen de Tzión XIVº.
Así, el Rojismo se centra en los pilares fundamentales de la iniciación; en la transformación del iniciado por medio del trabajo operativo en el dios de la Luz; en la transformación que realiza éste del medio, mediante la Filosofía Rojista, que es la filosofía de la acción; y en la psicología científica como herramienta de comprensión del Sistema.
El Rojismo evoluciona desde el idealismo esotérico e iniciático indemostrable hasta el materialismo.
Es obvio que el Rojismo se entronca con la Iniciación Primordial, como la impartida en cavernas como la de los Trois Freres en Ariege, Francia, y que la recupera reformulada y perfeccionada para la postmodernidad.