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Aprendiz Masón

Trazado – El Egrégor de la Logia


La palabra «Egrégor» es una voz verbal del griego clásico. Significa vigilar, velar, estar despierto, no dormir. Por extensión, la raíz sustantiva ha significado vigilia, vela, privación de sueño. Por tanto, el concepto masónico de Egrégor es «Vigilante» de la Logia.

Rizardo da Camino, en su Diccionario Masónico, nos dice que Egrégor es un «Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades, después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para el acto de crear».

Son muy pocos los escritores que nos entregan una definición sobre el significado de nuestro tema; Mouni Sadhu es uno de ellos y en su obra «El Tarot», nos dice que el Egrégor es una entidad colectiva, tal como una nación, estado, sociedad, religiones, sectas y sus adherentes, e incluso organizaciones humanas menores. La estructura de los Egrégores es similar a la de los seres humanos. Tienen cuerpos físicos, astrales y mentales por lo que se constituyen en la suma total de todos estos elementos.

Los Egrégores tienen formas peculiares en los mundos superfísicos, similares a sus representaciones simbolizadas, como el león de Gran Bretaña, el gallo de Francia, el águila de Alemania, etc. Estas formas – como lo declaró Paul Sédir, que las observó antes de la primera Guerra Mundial – pueden ser vistas por una persona clarividente, o por otras con la directa asistencia de un Maestro espiritual…

EL PODER DEL PENSAMIENTO, BASE DE TODA CONSTRUCCION EGREGORICA

Para que una Tenida Masónica, o de cualquier Orden Iniciática que sea, dé el efecto deseado, cuyo objetivo es posible percibir por el sentido impreso en el ejercicio del Ritual con el que esta opera, es que el lugar donde se reúne, debe estar exclusivamente dedicado para el oficio iniciático en el cual se trabaja. Egregóricamente hablando, no es conveniente dedicar un lugar usado comúnmente para actividades profanas, para convertirlo en forma ocasional en un lugar para la actividad iniciática.

Por el contrario, tampoco es conveniente, desde este mismo punto de vista, que un Templo dedicado al uso de un Ritual preciso, se convierta por cualquier razón, en un lugar para actividades profanas.

Una Tenida masónica debe llevarse a cabo, tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales que surgen en el debate o análisis de alguna enseñanza, en la más justa y completa armonía. Si uno o más miembros de la Logia, estuvieren pensando, por ejemplo en forma vanidosa, sobre lo ostentoso de los paramentos que lucen para la ocasión, o el deseo de manifestarse en el afán de brillar y tomar parte prominente en los procedimientos del Ritual; si existieran sentimientos personales tales como haber ingresado al Templo en un ánimo de sentirse ofendido, de revancha, o estar afectado por los celos y la envidia, lo más probable es que todo el ejercicio y esfuerzo por conseguir el objetivo oculto del sentido del Ritual sería algo absolutamente inútil.

Si por el contrario, al ingresar en el Templo, los miembros que participan de él hacen el ejercicio de dejar todo pensamiento, sentimiento y acción profana fuera, entonces puede resultar de un efecto muy considerable y beneficioso. Entendemos que en la mayoría de los casos es así, como también que de tales efectos no se tiene conciencia, por lo desconocido que resulta del análisis de dicho tema.

La técnica recomendable para el estudio de un tema en una Tenida en particular, es que todos los miembros que asisten a ella se encuentren al tanto sobre cuál materia se estudiará. Esto permite que todos se hayan preparado convenientemente y con antelación al día de la asamblea. No es de responsabilidad el que algún Hermano llegue a las reuniones de su Logia sin siquiera estar enterado sobre el motivo y temática que se trabajará en ella, sino por el contrario, todo Hermano debe tener una inteligente comprensión del tema que se va a tratar. Su asistencia entonces constituirá un factor de aporte al trabajo general que emprenda la Logia.

Todo pensamiento suficientemente definido para ser digno de este nombre, produce dos resultados diferentes. Primeramente, debe establecer una vibración lo suficientemente definida y fuerte como para invadir todo el plano de la comprensión mental que involucra a nuestros hermanos que se encuentran a nuestro alrededor, donde al igual que la voluntad al ordenar a un dedo de nuestra mano que ejerza presión sobre una tecla definida de un piano, resulte de un sonido audible y musical; nuestro pensamiento suficientemente definido entrará en la comprensión de todos quienes asisten al trabajo de la Logia. En segundo lugar, cada pensamiento reúne a su alrededor la materia viviente del plano mental y construye lo que se denomina forma de pensamiento. Allí está el átomo simiente por el cual se construye el Egrégor de nuestra Logia.

Si nuestros pensamientos y aportes al estudio de la Logia están radicados en exclusiva a un simple ejercicio mental, donde nuestro aporte resulte de algo comúnmente repetitivo y ya sin sentido, como quien suma dos más dos, tal esfuerzo no pasa más allá de ser simplemente eso.

Si nuestra intervención ya no es una simple exposición de palabras sin gracia y sentido, sino que nuestro pensamiento expresado por el verbo lleva como sello el sentido altruista, de la aspiración elevada y de la emoción superior por los Ideales que profesamos, entonces esa simple idea como pensamiento, se desarrolla en la comprensión de los hermanos centuplicando así su fuerza y acción.

Pero, un sentimiento y un pensamiento altruista pueden morir si a su derredor moran sentimientos y vibraciones inferiores tales como el egoísmo, el fanatismo o la intolerancia.

Cuando un Iniciado piensa y hace aportes muy bien definidos desde el punto de vista de la Doctrina a sus hermanos y Logia en general, está enviando a su derredor una vibración muy potente, porque prácticamente no sufre oposición, al igual que un sonido en un gran silencio. Es como una luz brillante en una noche oscura. Es la visión que mediante la potencia de su vibración, remece las mentes de sus iguales para despertarlos de su sueño mental. Es el momento en que se esclarecen las mentes de todos y comprenden las múltiples posibilidades de un pensamiento bien dirigido, esclarecido y con emoción. Esto no quiere decir que se comprende por completo las doctrinas que nos sustentan, sino que los hermanos que lo han escuchado tienden a liberalizar ciertas posiciones del plano mental, que los dejan en condiciones beneficiosas e incalculables de recepción y creatividad.

Ahora bien, si el pensamiento de un solo hermano produce tales resultados, fácil será comprender que el pensamiento de veinte, treinta o más hermanos dirigidos al mismo fin producirá un efecto enormemente mayor. La fuerza del pensamiento unido de un gran número de hermanos es, con mucho, mayor que la suma de sus pensamientos aislados.

EL EGREGOR Y LA LOGIA

La construcción del Egrégor de una Logia está directamente relacionada con varios aspectos que es importante anotar. De hecho, cuando se funda una Logia, esta viene a la existencia bajo ciertas condiciones, que pueden ser de tipos astronómicas, astrológicas, numerológicas, cabalísticas, etc., y que afectan toda su vida. Algunas nacen sanas y robustas, otras débiles y enfermizas, permaneciendo así durante el transcurso de muchos años.

Quienes hemos tenido alguna experiencia en visitar algunas Logias de diferentes Ritos, por ejemplo, nos podemos dar cuenta que todas tienen sus características peculiares que perduran a pesar de los individuos que entran y salen y de los que las componen en forma regular. De hecho, están animadas desde su fundación por propósitos muy particulares.

Un hecho que es importante considerar, y que reafirma lo que dijéramos en un principio, el Templo de la Logia debe ser considerado como el lugar donde habita el Egrégor formado por el pensamiento colectivo de todos los Hermanos que asisten a las Tenidas.

El Templo es el lugar exclusivo para los trabajos de todos los masones y no otro lugar. La construcción y permanencia del Egrégor no puede ser perturbado por pensamientos desarmónicos, cosa que ocurre cuando dicho lugar es utilizado para fines que no son iniciáticos.

Si un Templo es utilizado en otros días de la semana para actividades de tipo profano, el Egrégor se siente desarmónicamente afectado con las formas de pensamiento creadas allí por las habladurías, comentarios, chismes, discusiones, risotadas, diversiones, diversos aromas y olores que emanan del consumo de cigarrillos, bebidas alcohólicas, etc., todos ellos como efectos de una convivencia social profana. El Egrégor ciertamente que es afectado por todos estos elementos, y nuestro deber es defenderlo de todo este perjuicio evitando que nuestros Templos se conviertan en centros de actividad profana.

Nuestro interés por el embellecimiento del Templo debe ser permanente ya que el Egrégor que construimos se ve agradablemente afectado por los pensamientos de todos los que ingresen en él. Por el contrario, lo perjudicamos, si al ingresar al Templo este se encuentra sucio, con adornos de mal gusto, los Hermanos mal decorados, los candelabros deslucidos y no lustrosos, las paredes mal pintadas, mal iluminado. El Templo puede ser sencillo pero debe estar escrupulosamente limpio, decorado de un buen gusto para estimular el respeto, el recogimiento y el estímulo para la emoción artística, porque el Egrégor debe ser perfecto en todos los sentidos, y el arte y la belleza son fundamentales para la evolución tanto del Egrégor de la Logia como de los Hermanos que la componen.

El Egrégor es formado con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y de acuerdo a ellos, este reacciona sobre nosotros ayudándonos tan pronto como nos pongamos bajo el amparo de su influencia.

En el Templo no debería haber ninguna murmuración, ni menos ningún pensamiento o gesto poco fraternal, pues un mal pensamiento y un acto antifraternal por parte de un iniciado es multiplicado por esta condición que al ser hechos por un profano. No da lo mismo un comentario mal intencionado de parte de un profano, que una crítica incorrecta, maligna e injusta hecha por un iniciado. Por eso, todos los hermanos deben procurar que los trabajos siempre estén poblados de los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas y afectuosas. Siempre hay que dar paso a opiniones útiles, verdaderas y agradables.

Todos los miembros de una Logia son importantes. Son necesarios los Hermanos con capacidades intelectuales, para construir su cabeza; son necesarios los Hermanos de vivos sentimientos para construir su corazón, son necesarios los Hermanos cooperadores y siempre dispuestos a servir a sus demás Hermanos, para construir sus miembros. Si se da el caso que un grupo de ellos es muy excesivo, entonces la construcción del cuerpo y el alma del Egrégor también será desproporcionada

Las Tenidas deberían ser constantes y regulares y tan frecuentes como fuere posible, no precisamente muy concurridas, pero sí los que asistieren debieran ser sinceros y entusiastas con los trabajos de la Logia. Esta actitud es fundamental para su construcción ya que necesita además ser cargada continuamente con nuevo poder.

El Gran Arquitecto del Universo es el Logos constructor, y al igual que el que crea los mundos de acuerdo a sus designios, los miembros de una Logia (que es un microcosmos) también crean al Egrégor según los patrones de pensamientos que emiten en su conjunto. Es una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo un gran privilegio el tomar parte de tan magnífica forma de pensamiento, cargada de benéficas influencias que ayudará a todos los que se pongan en contacto con él.

Si visitáramos varias Logias y poseyéramos la capacidad sensitiva de captar la influencia de un Egrégor, podríamos entonces definir aún sin conocer a los miembros que componen tal o cual Logia, qué clase de Hermanos son los que tenemos en frente. El Egrégor influencia permanentemente a los miembros de una Logia, aún a aquellos que ignoran que sus nobles pensamientos son el resultado de muchos que acuden a sus mentes en el curso de su asistencia a las Tenidas de la Logia.

Por último, agregaremos que es perfectamente posible considerar que los iniciados con capacidades innatas para el trabajo teúrgico, pueden construir de igual forma a como lo hacen para una determinada Logia, el Egrégor o egrégores para la protección de su propio hogar y entorno familiar, pero en ello, radica ni más ni menos, que los fundamentos de una enseñanza particular.

De esta manera y considerando todos los aspectos que antes hemos señalado, y si las formas de pensamiento tanto colectiva como individuales son armoniosamente construidas, pueden ser vivificadas por los Maestros Pasados, quienes son los verdaderos Guardianes de nuestra tradición, y transformarse por este medio en el canal por el cual se viertan los dones del Espíritu en casi forma tangible. Entonces la divinidad, invocada a través del Gran Arquitecto del Universo, puede enfocar su gracia en la forma de pensamiento que nosotros hemos creado.

Tomado de la red. En Kadosh ka Kadosh Ka  Kadosk ka (Sintesis)

Es cuanto

NICANOR FRANCISCO FERNANDEZ HIDALGO 30º

MPGM

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Visualización Creadora


Del libro: “Los 32 Senderos de Sabiduría”
De Jorge Nájera.

La mayoría de la gente con algo de entrenamiento metafísico o esotérico, está familiarizada con la idea de que si deseamos algo con suficiente fuerza, eventualmente lo lograremos, sucederá como lo deseamos o también lo contrario; si somos persistentemente aprensivos respecto a una posible experiencia desagradable o dolorosa, tendremos que sufrirla. También nos hemos percatado que el deseo siempre va acompañado de una imagen mental. Sin embargo, no siempre somos conscientes de los efectos que pueden causar la imágenes mentales cargadas con una fuerte emoción, los cuales pueden incluir muchas consecuencias no previstas. La maquinaria de la ley de causa y efecto rara vez es lineal y directa, normalmente es muy sutil y tiene alcances muy grandes y difíciles de determinar, que no únicamente altera nuestras condiciones en nuestra presente vida. La energía sigue al pensamiento a través de todos los niveles, todo lo que somos es el resultado de aquello que hemos pensado en imágenes.

Darnos cuenta del papel que juegan las imágenes mentales en la vida es muy importante. Una imagen es el vehículo astral de la idea y el fundamento de la manifestación física. El pensamiento abstracto y frio, sin una imagen pensada con el propósito consciente o subconsciente de manifestación nunca tendrá por sí sola el mismo poder. Cuando enviamos un pensamiento creativo lleno de poder por el deseo y la voluntad dirigida, la energía fluye por el camino del concepto hacia la realización física. La imagen que sirve de vehículo, es animada y empieza a reunir materia objetiva y circunstancias a su alrededor para traer a manifestación un resultado. En este proceso existe una lógica oculta y muchos factores pueden ser ligados al deseo y a la imagen creada inicialmente, de los cuales no somos conscientes. Por esta razón, es importante evitar realizar un análisis conceptual de la infinita red de posibilidades para la realización del deseo.

En un sentido amplio, una imagen no es solamente la forma mental subjetiva de un objeto o sujeto externo y material, es un elemento que reúne y sintetiza una riqueza de contenido, de acuerdo al rango y la profundidad de nuestra experiencia en la memoria colectiva de la humanidad. Este contenido fusiona una complejidad de ideas, intuiciones, aspiraciones, esperanzas, alegrías y tristezas, que se convierte en una gran fuente de energía con el poder de influenciar o provocar un estado emocional, creando cierta actitud mental, y sobre todo, provocando un cambio de consciencia que nos permite traspasar la puerta que conduce a los reinos de la realidad espiritual.

La gente puede compartir la contemplación de una imagen y con ello ser una sola mente en un lugar. Esto sucede en los trabajos de sendero donde se describen paisajes interiores; también lo observamos en las imágenes religiosas y mágicas que comparten los pueblos y razas. Cuando todas las mentes se encuentran compartiendo una imagen, se crea una gran fuerza para establecer unidad en las mentes y corazones de la humanidad. La creación consciente y compartida de imaginación, es decir, de un espacio espiritual compartido en el cual las personas con mentes afines pueden reunirse en unión espiritual, es una ciencia espiritual de tremenda importancia. Todos deberíamos aprenderla, ya que acelera el desarrollo del contacto espiritual a través de la intuición y la telepatía, creando vehículos receptivos en la tierra, que llegan a ser centros cada vez mayores de la radiación del poder espiritual.

Este tipo de imágenes sintetizan contenidos subconscientes y autoconscientes. Como se menciono anteriormente, hay una advertencia en esto, ya que al usar una imagen para provocar ciertos efectos, podemos no darnos cuenta que involucra elementos desconocidos, los cuales pueden provocar cambios no anticipados o indeseables en nuestro entorno, y así afectar a otros y a nosotros mismos de una manera adversa. Por lo tanto, en los trabajos de sendero y las visualizaciones creativas, uno no debe crear imágenes de seres humanos en particular que uno conoce, o involucrar a otros en cualquier forma; a menos que exista un acuerdo anterior de unir unos a otros en un trabajo espiritual compartido, que no tenga otro propósito, sino el de buscar el bienestar y una mayor felicidad para la humanidad.

Trabajar con una imagen es poner una fuerza en movimiento. El uso de esta fuerza sin el debido control de nuestros pensamientos y sin una intención espiritual definida, hará que trabajaremos ciegamente y seremos victimas de una forma u otra, de impulsos inconscientes, de elementos psíquicos personales sin resolver y de corrientes de energía intrusas originadas en la masa de mentes colectivas. Por lo tanto, debemos ser capaces de renunciar y disolver formas mentales de la misma manera que las creamos, cambiarlas por imágenes cada vez más perfectas que reflejen salud, bienestar y paz.

La técnica de visualización creativa puede realizarse a través de una secuencia de imágenes simbólicas, buscando integrar y asimilar niveles trascendentes de consciencia; no únicamente para que podamos crear y cultivar nuestro propio cielo privado, sino para llegar a ser aquello que idealmente somos, un canal transparente al servicio de la luz. Dichas MEDITACIONES son de la naturaleza del trabajo de sendero. En este tipo de trabajo o viaje espiritual, se deben construir imágenes profundamente significativas y coherentes con la tradición que uno ha elegido. Toda imagen mental, toda palabra, todo propósito deberá ser profundamente significativo. El escenario deberá ser interesante y visiblemente lógico en términos de los sucesos terrestres, yal mismo tiempo, deberá tener significado en términos de realización espiritual. No deberán existir imágenes vagas o casuales, éstas deberán ser precisas, utilizando nuestros recuerdos para construir paisajes, sensaciones o emociones. El uso repetido y constante de esta MEDITACIÓN basada en imágenes, nos lleva al refinamiento de detalles y a la elaboración de significado; llegando a ser el medio por el cual EXPERIMENTAMOS la visión espiritual que nos permite percatarnos de que nuestra vida es un viaje espiritual y que todo evento tiene un significado importante.

Podemos apreciar la importancia de la creación de imágenes si prestamos atención a las palabras de Paul F. Case: “Las imágenes mentales son la puerta al conocimiento superior. Toda sustancia es sustancia mental, por lo tanto, todas las formas (aún las materiales) son imágenes mentales. La producción de imágenes mentales es función de la Subconsciencia Universal; y de esa función todas las formas, en todos los planos, tienen su origen inmediato”

La habilidad de dirigir el poder de vida conforme fluye de los niveles superconscientes, nos permite controlar y modificar las imágenes mentales generadas por el subconsciente. La autoconsciencia es el punto de control. Todas las circunstancias en nuestra vida son obsequios del YO SUPERIOR para liberar a la subconsciencia de toda imagen errónea de terror, pérdida, ausencia, tristeza o pena. Cualquiera que sea la apariencia externa, invariablemente es un velo de manifestación para el beneficio divino. La esperanza, fortaleza y alegría son frutos del espíritu, la expresión exacta de los hechos que experimentamos.

Una imagen mental sin emoción o una emoción sin dirección produce esterilidad. Cuando usamos nuestro pensamiento automáticamente enfocamos nuestra atención al tema o cosa que nos interesa. Ese simple hecho hace que surjan imágenes mentales, las cuales nos conectan con el ser de poder. Cuando esa atención mental incluye una fuerte emoción, se produce una unión similar a la del esperma con el ovulo; es una semilla depositada en el plano astral y esperará el tiempo necesario de gestación hasta que nazca al mundo.

Este proceso creativo puede resumirse de la siguiente manera: La concentración de un deseo, por un pensamiento en la forma de imagen, el cual es cargado por una fuerte emoción, se deposita de una manera natural y automática en la subconsciencia personal. La subconsciencia a su vez está conectada con el plano astral y el inconsciente colectivo de la humanidad. Una vez ahí, la mente subconsciente encontrara la manera y el momento preciso para manifestar el deseo, nuevamente de una manera automática, podríamos decir mágica, sin la aparente intervención de nuestra consciencia normal.

Comentarios personales:

El conocimiento es universal, no propiedad de alguien en particular. Las escuelas de misticismo esotérico, utilizan diferentes palabras, para referirse a una misma cosa; Nadie puede estar de acuerdo en todo lo que dice un libro, sin embargo, existen cosas entre líneas o expresadas abiertamente, que pueden ser de alto valor y utilidad para nosotros.

ALMA, INMORTALIDAD Y REENCARNACIÓN


Prefacio:

El presente es un tema que se ve en distintas formas y grados de intensidad en los diferentes cámaras y grados de la Masonería Escocesa, siendo por esa razón, que se toca litúrgica los grados de Aprendiz de Masón, y superficialmente los de: Maestro Mason 3°, Caballero Rosacruz 18° y Caballero Kadosch 30° con la sola intención de motivar en el estudio y deseo de ascender hacia grados más altos.

La existencia del alma, inmortalidad y reencarnación es algo que la ciencia oficial no ha comprobado aún, sin embargo y con respeto a quienes discrepan de mi opinión, yo he decidido creer por motivos personales.

“ALMA,  INMORTALIDAD Y REENCARNACIÓN”

“La psique, del griego, psyché, «alma humana», es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de este tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad. (1)

El hombre, desde que nace hasta los últimos días de su vida, va  acumulando conocimientos y experiencias sobre sí mismo, y en ese proceso formamos un “yo psicologico” que viene siendo su propia identidad.

Muchos aceptan la preexistencia del alma como una verdad absoluta, misma que los antiguos griegos denominaban como “psique”, la fuerza vital que animaba el cuerpo físico, era como algo energético, intangible, e inmortal con existencia autónoma, pero que en el presente, estaba unida al cuerpo humano.

El niño al nacer, no presenta algún conocimiento sobre sí mismo, ni del mundo que le rodea. El considerar como verdad la preexistencia del alma, ésta vendría a aprender, y desarrollar autoconsciencia a través del conocimiento y la experiencia  que la vida aporta.

Erich Fromm dijo: “Muchos hombres mueren sin haber nacido plenamente y una frase Masónico dice: “Que el G:.A:.D:.U:. no te encuentre con las herramientas en la mano”.  Esto se refería a que nacieron y vivieron en y para el mundo profano, no para ellos, y no se realizaron como seres humanos, sino que fueron “Hombres maquina” según  Ouspensky, “Hombres Sonámbulos” según J. M. Ragón, y Salomón dijo en el Sal 82:5 “No saben, no entienden, Andan en tinieblas”… o sea nacieron y murieron sin saber plenamente lo que eran. Fueron personas que se olvidaron de sí mismos, y no llegaron a convertirse plenamente en seres humanos ni lograron desarrollar autoconsciencia plena de cuanto eran.

 Dios deseo conocer a Dios, y para ello creó un espejo“; La existencia del hombre la confirma el universo, porque toda realidad percibida por el hombre, es un reflejo de sí mismo; Sujeto y objeto se vuelven uno en el fenómeno de la  observación. Materia y psique conforman su propia realidad al relacionarse entre sí.

El hombre ordinario, vive en la realidad externa sin darse cuenta de su realidad interior, ni llegar a comprender lo que cabalmente es.

Tratar de definir el universo en palabras, números, o figuras  sin pensar que esa realidad es producto de los sentidos, emoción y mente del hombre, es perder parte de la percepción…El yo.

El ser humano es una maravilla producto de inconmensurables  eones evolutivos de  tiempo y espacio; En su lucha por sobrevivir, la celular logro desarrollar consciencia especializada según su naturaleza, como lo hicieron los tejidos, órganos y sistemas aprendiendo a convivir simbióticamente y  en una relación de conjunto,  y generando una consciencia superior, como lo es el hombre, la consciencia social, racial o nacional… y Todo en pos de una seguridad mayor de sobrevivencia.

La realidad cósmica.- El universo material puede reducirse a fuerzas de atracción y repulsión, átomos, electrones, protones neutros y materia subatómica; Pero ésta misma realidad, siempre será teñida y metamorfoseada por nuestros sentidos, emoción, y mente; Nuestras percepciones se han extendido y profundizado más allá de nuestros sentidos gracias a la ciencia y tecnología actual, sin embargo, repito: Todo será teñido por nuestra consciencia dando origen a nuestra propia realidad… Y en ese proceso el hombre se descubre a sí mismo.

La Masonería, consciencia y consciencia universal.- La liturgia de A:. M:. en la sección de iniciación, cuando se le pregunta al postulante ¿Qué entendéis por vicio?, ahí se hace mención a la existencia de una “Conciencia Universal”, de igual forma pero más contundente y profundo, lo hace la liturgia del Caballero Rosacruz 18°, consciencia universal de la cual todas nuestras consciencias individuales y colectivas, forman parte y  están imbíbitas en ella; Según nuestras liturgias, en el ritual fúnebre, se acepta la inmortalidad del alma, cuando se dice: “El alma que lo dirigía (Al difunto), torna al seno de su creador, porque para  ella, la muerte, es sólo la iniciación de la vida eterna”, esto lo dice en forma similar liturgia de M:. M:. Aceptando además, la existencia de la ley “Palingenésica” y la “Metempsicosis” o sea, la inmortalidad y reencarnación del alma.

La liturgia del Caballero Rosacruz, hace mención a la existencia de una iniciación trascendental, donde la consciencia individual tiene transciende su individualidad y accesa la consciencia universal…Pero antes ha de descubrirse y conquistarse a sí mismo.

El místico cree sentir los linderos del alma, cuando en un estado de meditación profunda introvierte su consciencia, alejándose en consciencia de toda realidad material, y solo percibimos esa esencia intangible de cuanto somos; Cierto es que la consciencia tiene como asiento material el cerebro, al grado que alguien escribió: “Si nuestra alma tuviese consciencia, debería tener un órgano similar en funciones al cerebro humano”. Las preguntas que persisten son: ¿Existe el alma?, ¿Tiene consciencia?, ¿Es inmortal?, ¿Conserva el conocimiento adquirido en vidas pasadas?, ¿Todo es producto de una fantasía, de un deseo oculto de sobrevivir después de la muerte?…El único que puede responder es el mismo que pregunta.

“Solo el que venza los terrores de la muerte ascenderá más allá de la esfera terrestre y será digno de ser iniciado en los grandes misterios” (3).

Es cuanto mí pensar y sentir hasta hoy.

Fraternalmente.

Lázaharo Hael.

Nota:

Palabras, símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.

El presente son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.

Culiacán, Sinaloa. México. Martes 09 de junio del 2020.

Bibliografía:

(1).- Enciclopedia Wikipedia.

Liturgia Aprendiz de Masón 1°.

Liturgia Maestro Masón 2°.

Liturgia Caballero Rosacruz 18°

 (3).-Liturgia Caballero Kadosch 30°

El silencio como el todo y el nada


Hernán Tena Cortés.

En esta ocasión hablaré de algo sencillo y elemental que quizá ha perdido significado y aporte para la vida del ser humano. Algo que perfectamente consideraré como la explosión de la inteligencia. Algo que de aquí en adelante identificaré como silencio. Si, el mismo que resulta ser una virtud a través de la cual se corrigen muchos defectos y se aprende a ser prudente e indulgente con las faltas que se observen.

Pues en un mundo globalizado, en la era de la información y la modernidad líquida, es fácil desviar el silencio. Lastimosamente la vida se ha tornado efímera, las relaciones humanas se han caracterizado por competir al que más sepa y “aquel que hable más fuerte será el escuchado”, parece haberse convertido en un adagio popular.

El corre corre de cada día parece instar a que olvidemos esa vida espiritual que edifica mejores seres. Llega ese jueves en la noche, sentimientos encontrados me invaden, pues la energía de mis hermanos me conducen a mi mejor versión y las expectativas de los temas a tratar en templo se intensifican a medida que el reloj avanza. Entro a templo y el Venerable Maestro da inicio a los trabajos con su icónica frase: ¡silencio queridos hermanos que estamos en logia de aprendiz!

A partir de ese momento siento como si me exhortaran a reflexionar. Al principio pensaba que tanto esperar para no poder hablar era una ridiculez, pues caía en la mala práctica de relacionar el silencio con el desconocimiento o la ignorancia. Hoy veo en esta acción una posibilidad de crecimiento; pues cuando nos aislamos de nuestras influencias exteriores, abrimos los canales de concentración, observamos, escuchamos y contemplamos. Por fin entendí que el silencio simboliza discreción, disciplina y lealtad; pero fue sólo a través del mismo que pude llegar a dicha conclusión.

Recordando un poco de historia, Ragon enseña que los primeros hombres, no tenían lenguaje propiamente dicho. He aquí el por qué el aprendiz no debe hablar en logia. En efecto ¿qué tendría que decir? ¿podría enseñar? Sencillamente no debe hablar porque no sabe nada. ¿podría preguntar? ¿sobre qué, si ignora lo que se trata en el taller? Por otro lado, en la escuela pitagórica a los discípulos se les sometía a un largo período de noviciado, en donde se les admitía como oyentes, observando un silencio absoluto. Por consiguiente, se entiende que es mejor callar hasta que estemos en capacidad de utilizar la palabra de manera consciente.

El silencio como concepto filosófico tiene un gran significado, jamás hubiese llegado a esta investigación si no me hubiera iniciado. Íconos de la filosofía se pronunciaron sobre el tema. Heidegger nos induce a callar para dejar que el ser nos hable. Para los pitagóricos, el silencio era señal de discreción y autodominio. Por su parte, Bacon nos dice que la palabra es un canal confuso que, necesariamente, perturba y ensucia la comunicación, pues estas, son un mal traductor, que violenta la comprensión, y están destinadas a la confusión y el error permanentemente. Mientras que Max Scheler caracteriza al individuo por su capacidad de silencio, diciendo: “la comprensión de uno mismo, que es la primera condición requerida para que una persona pueda hacer entender a otra (….) lo que es, lo que piensa, lo que desea, lo que ama, etcétera, depende y muy estrechamente de la técnica del silencio”. Finalmente, Wittgenstein, optó por la renuncia a la palabra, pero no porque ya no tuviera nada que decir, sino porque ésta ya no le servía. Todas estas apreciaciones me hacen concluir que la palabra no puede conquistar a una comunicación integral, pues esta es sólo accesible a través del silencio.

Si pensamos cómo agradarnos y conocernos a nosotros mismos, quizá la respuesta sea, a través del silencio. ¿Por qué entonces preferimos estar en una frecuente oleada de información que sostener una relación placentera y enriquecedora con el silencio? A través de este, podemos entablar un diálogo con nosotros mismos, conocernos mejor y saber realmente que queremos por encima de nuestro ego. Asimismo, a partir del silencio podemos despertar nuestros sentidos, hacer viajes al interior de nuestros pensamientos y reposar en ellos tranquilamente.

Paradójicamente, el silencio está presente en todas las vibraciones, en música es considerado como una nota que no se ejecuta, marca un tiempo, una pausa que generalmente breve, y se gráfica en el pentagrama en forma de una z, el silencio en la música puede lograr un largo disfrute de lo que precede y lo que viene, pero en el silencio también está implícito el sentimiento del compositor, el nivel de dramatismo que quiere imprimir en su obra, es por esto que el silencio se considera música en sí mismo. El silencio también es un descanso para que los intérpretes se recompongan y renazcan. En ese sentido, se puede interpretar como emoción, reflexión y acción.

El silencio es la búsqueda del equilibrio. Las palabras son la consecuencia de nuestros pensamientos, el silencio son pensamientos que reservamos y replanteamos. La mudez sintetiza produciendo las mejores palabras que no implican más que lo justo. Sin embargo, lograr la habilidad de permanecer callados no es fácil, pues esta se interpreta como un sacrificio porque estamos acostumbrados a desbordar nuestras pasiones a través de las palabras.

Para terminar, el silencio nos dota de habilidades para resolver problemas y nos aporta la virtud de paciencia. El silencio contribuye a elegir la palabra precisa cuando se nos dé el uso de la misma, y asimismo, ayuda a brindar una respuesta adecuada, inteligente y libre de falacias. Si hacemos la prueba y empleamos el silencio en nuestros debates, evidenciaremos una mejor comprensión, escucharemos para discernir y no oiremos para responder. El silencio te enseña que el aprendizaje llega si lo sabes recibir y que llega cuando estás preparado para manejar lo que esto te viene a enseñar. No obstante, recordemos la importancia de dar leche a los niños y carne a los hombres.

Para reflexionar
  • Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender. (Kybalión)
  • “No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que sí es necesario es pensar todo lo que se dice.” (Quino)
  • “Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad, que hablar y quitarles toda duda de ello.” (Abraham Lincoln)
  • “Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.” (Proverbio hindú)
  • “Para aprender a hablar, es necesario saber callar”
  • “Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.” (William Shakespeare)
  • “Aquel que pretenda escuchar y comprender la voz del silencio, tiene que saber de la perfecta atención de la mente en asuntos de índole interna”. (proverbio Hindú)
Referencias

A la Rosa por medio de la Cruz


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(Caballero Rosacruz 18°)

Prefacio:

“Aquellos que fueron vistos danzando, fueron vistos como locos por aquellos que no podían oír la Música”.- Friedrich Nietzsche.

El presente se desarrolla en un esquema puramente simbólico y alegórico.

“A LA ROSA POR MEDIO DE LA CRUZ”

(Caballero Rosacruz 18°)

Los tres primeros grados de la Masonería Escocesa.

Se dice que en estos grados se encuentra condensada toda la enseñanza Masónica, y Los 30 grados restantes son aclaraciones para mejor comprensión de los anteriores.

“Papus” en su libro “Tarot de Marsella” o “Tarot de los Bohemios”, habla importantemente sobre la Masonería Escocesa, y especialmente sobre el Grado de Maestro Mason 3°, Caballero Rosacruz 18° y Caballero Kadosch 30°, a la vez que señala como una importante clave para descifrar el enigma del misterio de la creación del universo, éste es el nombre de Dios de cuatro letras hebreas: YHVH (יהוה) Yod-He-Vau-He.

 Pero Papus no es el único que lo menciona, también lo hace: Eliphas Levi, Israel Regardie, Dion Fortune, Zev Ben Shimon Halevi, entre otros más.

Dios la causa de las causas, es el absoluto.

Por lo tanto no puede tener nombre ni forma, porque ambos individualizan y separan del resto de la creación, de ahí que la liturgia del Gran Elegido y Perfecto Mason 14° declara: “Si han hallado ese delta resplandeciente con el nombre del inefable, bajo la piedra cubica en que fue colocado por Henoch, ¿No comprenden que son caracteres convencionales, que Dios no tiene nombre propio?”.

JHVH/YHVH

¿Qué es o significa este nombre hebreo? Las cuatro letras hebreas (יהוה) simbolizan el universo objetivo y material. Cada una de sus letras simbolizan los cuatro elementos constitutivos del universo: “Yod” el fuego, la “He” el aire, la “Vau” el agua, y la última “He” la tierra. En el hombre significan el espíritu, Mente, Emociones y Cuerpo Físico. Y dentro de la óptica del cabalista, representan las cuatro mundos o etapas de la creación: Aziluth el mundo espiritual de las emanaciones arquetípicas, Briah el mundo de la creación o de las ideas, Yetzirah el mundo de formación, las emociones o y Assiah el mundo físico o de la manifestación. Esto vendría siendo JHVH (יהוה), el padre de Jesús el Cristo Cósmico o sea JHSVH (יהשוה).

El Cristo Cósmico.

El primogénito y unigénito hijo de Dios, es la Materia primordial, el resto son hechuras (Ef.1:10). La materia primordial es la raíz y prosapia de lo que sería el universo, la humanidad y todo cuanto pudiera existir.

El ser humano es dual en su naturaleza y triple en su manifestación. Dual como los dos maderos de la Cruz, donde el madero horizontal representa el aspecto material del universo, mientras que el madero vertical representa el aspecto espiritual del cosmos. Los cuatro extremos de los dos maderos, representan los cuatro elementos formativos del universo, y las cuatro letras hebreas del nombre de JHVH, el padre de JHSVH, el cual que vendría siendo la Rosa o la consciencia que florece en la intersección de los dos maderos.

Por lo visible, conoceréis lo invisible.

Todo en el universo tiene memoria y consciencia en diferente forma y grado. Alegóricamente, la mujer es un símbolo de la materia. La Biblia, señala a Eva como la primera “persona” iniciada por el Ángel de la Luz, despertándole la facultad de la consciencia, ella iniciaría después a Adam. El cuerpo humano es la materia primordial altamente organizada,  y es ahí  donde se gestaría la consciencia, psique o espíritu del ser humano.

El cuerpo humano por medio de sus pulsiones básicas, despertara la consciencia del ser, mientras que las experiencias idiosincráticas la desarrollaran; En su experiencia vivencial con el mundo circundante, el alma ha desarrollado una personalidad egoica, y se ha identificado con ella quedando cautiva de la realidad externa, es aquí donde realmente se “perdió la palabra” que tanto busca el caballero Rosacruz 18°.  Este párrafo tiene concordancia con El Libro Apócrifo de Enoc. Biblia Gn. 6:2 y Sal. 133.

Toda enseñanza Masónica remite al hombre. Él es la clave.

Interpretar las enseñanzas Masónicas desde un punto de vista puramente idealista, abstracto, o espiritual, se corre el grave riesgo de caer en la irrealidad humana y social, quedando excluido de ésta última. El hombre solo a través de sí mismo, podrá algún día y en diferente forma y medida, accesar los misterios del universo y de Dios. Pablo de Tarso dijo: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Cor. 3:16). Y la liturgia del Caballero Rosacruz 18° lo confirma diciendo: “Los templos de Dios en la tierra son los cuerpos humanos, y en cada uno de ellos se encuentra como una proyección suya, un Maestro cuya mente está imbíbita en la mente cósmica, un maestro cuya alma y vida son alma y vida de Dios”. Y agrega en diferente página: “Un solo ser reina en el cielo profundo y en el abismo de la tierra”. Todo es uno y la multiplicidad es aparente.

¿Qué propósito tiene la creación del Universo?

Los cabalistas dicen: “Dios deseo conocer a Dios, y para ello creo un espejo”. Obviamente no se está hablando del Dios-Primero, sino del Dios-hijo el cual ya poseía una consciencia elemental, que no alcanzaba para ser totalmente consciente de sí mismo. Dios-Hijo busca la evolución de su consciencia a través del universo. De lo contrario: ¿Qué sentido tendría la creación y sostenimiento del universo y la humanidad? La parte jamás será igual al todo, sin embargo, la evolución de la parte es la evolución del todo.

La iniciación Trascendental:

La liturgia del Caballero Rosacruz 18° habla al respecto diciendo: Iniciación que no es posible recibirla en templos materiales ni por hombre de carne y hueso. Se está hablando del reino del espíritu y del alma como maestro, y como todo existe en algo mayor, el alma también deberá ser iniciada por un maestro superior según la orden de Melquisedec. Este es el misterio eucarístico del pan y el vino como símbolo de la iniciación que te convierten en rey del cuerpo material y sacerdote del espíritu.

Concluyo sin terminar.

El secreto se protege a sí mismo por su propia naturaleza (4). No penséis ingenuamente que os estoy revelando secreto alguno, el presente solo son palabras. El sendero que te lleva a la iniciación trascendental principia con el conocimiento intelectual, el resto del sendero lo habrás de recorrer con esfuerzo propio e individual. Esto es íntimo y secreto porque se desarrolla interiormente y fuera de la vista de todo profano, es un trabajo en los reinos internos del espíritu a través de la meditación, introspeccionando la consciencia hasta volverte consciente de la “Zarza Ardiente” o del “Yo Soy Yo” (2)/(3)/(5), aquel que no tiene nombre ni forma. Vivimos en Malkuth el reino de la materia y la forma, y es través de la cruz de la materia que llegareis a la rosa del espíritu, la verdadera autoconsciencia del ser. Ésta es la “palabra perdida” que ha de encontrarse, este es el propósito del Arte Real o Real Arte de la Masonería.

Hasta hoy es mi opinión, pensar y sentir.

“En el vientre oscuro de María, se gestó el que habría de ser el hombre luz” (7).

Fraternalmente.

 

Lázaharo Hael,’,

Nota:

Por la naturaleza de nuestra propia mente, todo escrito siempre será inconcluso.

Palabras,  símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.

El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer. “El que tenga oídos para oír, oiga” Mr.4:9.

Culiacán, Sinaloa. México. Lunes 12 de marzo del 2018.

Bibliografía:

(*).- Liturgia del Caballero Rosacruz 18°.- Masonería Escocesa.

(2).- Liturgia del Arco Real.- Rito de York.

(3).- Liturgia del Arco Real 13° Masonería Escocesa.

(4).- Liturgia Aprendiz de Masón.

 (5).- Biblia de estudio. Reina-Valera Mundo Hispano.

 (7).- El misterio de las catedrales.- Fulcanelli.

El Trazado


Prologo:

“La originalidad va precedida por la honestidad”. En la elaboración de un trazado, columna gravada o plancha, se podrá consultar liturgias, libros y quizás algunos escritos anteriores, pero las ideas, conceptos y conclusiones que lo plasman, deberán ser propios.

Por la naturaleza de nuestra mente, todo trazado siempre será inconcluso. El 05 de noviembre del 2009 escribí: “Trazado y Columnas”, hoy presento “El Trazado”, no como una continuidad del anterior, sino producto de un nuevo estado de consciencia, enriquecido por la actualidad.

“EL TRAZADO” 

El ego al formar parte de nuestra naturaleza, siempre está presente. Sin embargo, este debe moderarse y no permitir se pondere ante el aplauso, alago o critica de los presentes.

Como ya lo dije: El trazado puede tener como origen: liturgias, libros o exposiciones que escuchan o leen, pero deben poseer la originalidad y conclusión de la comprensión y praxis propia. El motivo de exponerlo en la tribuna de la elocuencia, debe tener como objetivo compartir lo mucho o poco conocimiento que se posee. Dado que la exaltación cultural colectiva de los integrantes de nuestra logia, da la posibilidad de exponer y escuchar futuros trazados con más profundidad, contenido y saber.

Todo escrito debe versar sobre nuestra tradición filosófica Masónica, y cuando en apariencia trataran sobre asuntos profanos a la misma, éstos deberán poseer cierta concordancia con nuestras enseñanzas. Inclusive puede ponerse un punto, número o señal que explique tal relación al pie de página o al final del escrito. Cuando por su importancia se expone un trazado que no es nuestro, debe quedar bien claro que no somos su autor y mencionar a su creador, y en el último cuarto del escrito, debe reservarse para plasmar nuestras personales y propias conclusiones.

La mente del ser humano, tiene la peculiaridad sui generis de atraer ideas afines a una idea sostenida. El trazado, tienen como objetivo primario, el estudio e investigación del tema a desarrollar, y cuando éste es bien comprendido, hay un efluvio de ideas que no están escritas en los libros consultados, y emergen desde lugares recónditos y desconocidos de nuestra mente.

Cuando el hombre, comprende la sabiduría propia o ajena, tiene el dominio sobre ella, y le es posible exponerla en distintas formas y palabras, esto es muy común en maestros escolares, cuando el alumno no comprende la exposición, el maestro se la presenta en múltiples formas y desde distintas ópticas, hasta que el alumno logra comprender; Esto no es posible en quien no tiene dominio sobre el tema, y solo podrá repetir las palabras que leyó, sin más sustancia que la letra muerta.

Los temas a desarrollar marcan sus propios límites en tiempo y espacio. Es un error insustancial y redundante repetir en diferente forma lo ya expresado, igualmente lo será sintetizar en tan pocas palabras un tema, que seguramente resultara incomprensible para la concurrencia. Los trazados no podrán estar sujetos al tiempo o capricho del hombre, como tampoco puede extenderse hasta el cansancio de quien escucha, pues terminara enfadando, incomodando y su atención divagara sobre otros asuntos personales. En este caso, se sugiere tomar un receso o continuarlo otro día. 

La Masonería tiene su propia naturaleza y los trazados no deberían tratar temas ajenos a ella. Temas como la física cuántica, la química orgánica e inorgánica o niveles de matemáticas propias de ingeniería entre otros. Sin embargo y solo ocasionalmente, podría ser permitido siempre y cuando se exprese en un lenguaje común y sencillo a la comprensión de la generalidad, pues no somos una universidad dedicada a estos estudios. Como tampoco es posible hablar de nimiedades sociales, poéticas y otras frivolidades que insultan el intelecto y hacen perder el tiempo de los presentes.

Existen HH,’, que presumen de hacer trazados en unos minutos antes de iniciar los trabajos, obvio que estos solo son importantes para quienes los escriben, porque quienes asisten a la logia, son personas con razonamiento crítico, y es difícil engañarlos con verborrea insulsa producto de la improvisación.

Los trazados se componen de dos partes, el expositor y el escucha.  El hecho de que el auditorio, no aporte con su participación, solo puede ser señal de apatía, indolencia y desinterés, no por ignorancia o falta de inteligencia, porque aun los que ignoran preguntaran al respecto.

Lo anterior es una falta de respeto para el expositor, que desmotiva y es un elemento de desintegración de una logia, porque él que expone debería sentirse entre HH:. que comprenden su sentir y pensar, de lo contrario sentirá que está en el lugar equivocado, y seguramente buscara el propio.

 

Todo trazado, columna gravada o plancha es un reflejo de su creador. El punto neurálgico de todo trazado es el hombre, porque él es la justa medida de su propia realidad. El universo y sus Dioses son reflejos del hombre mismo, porque la realidad última para la humanidad está en la consciencia humana. El hombre es tan importante como el trazado que escribe. Hasta hoy, es mi opinión, pensar y sentir.

“Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo” Voltaire

Fraternalmente.

Spes Mea In Deo Est.

 

Lázaharo Hael. M,’, M,’,

Nota:

Por la propia naturaleza de nuestra mente, todo escrito siempre será inconcluso.

Palabras, símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.

El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer. “El que tenga oídos, que oiga” Mt. 4:23.

Culiacán, Sinaloa. México. Escrito: Martes 27 de febrero del 2018.

El Sol y la Luna en la Masoneria Escocesa


A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. U.·.

CULIACÁN, SINALOA. MÉXICO. 01 DE SEPTIEMBRE DE  2016. E.·. V.·.

M.·. R.·. L.·. S.·. TOLERANCIA NO.15. DEL R.·. E.·. A.·. A.·.

V.·. M.·. QQ.·. HH.·.

S.·. F.·. U.·.

 Prologo:

Palabras, símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas. El símbolo es polivalente, y asume su valor real de acuerdo al teatro o contexto que le rodea.

En el presente, tocare ligeramente las enseñanzas de grados superiores con el fin clarificar la exposición e incentivar el avance hacia la grados filosóficos.

“EL SOL Y LA LUNA”

El Sol es una representación simbólica de la mayoría de los dioses que ha tenido la humanidad, como: Utu para los Sumerios, Tammuz para los Babilonios, Ra para los Egipcios, Helios para los Griegos, Tonatiuh para los Aztecas, Surya para los Hindu y Jesucristo para la Cristiandad entre otros más. Ha todos ellos se les llama genéricamente dioses Solares porque su vida mítica tiene relación con el transito del sol sobre la bóveda celeste y las estaciones del año.

La Luna también tiene su panteón de diosas míticas, como la Griega Artemisa, la Egipcia Isis, La Azteca Coyolxauhquio, y la Judía María entre otras más; Se les llama diosas lunares por su relación con el satélite terrestre y su influencia sobre los ciclos fértiles de la mujer, y los cuerpos acuíferos terrestres. Dentro del simbolismo místico, el agua además de ser principio de vida, igual que la mujer,  es un símbolo de la materia.

La Biblia narra  en 1 Rey de Reyes 7:15-26, que el Rey  Salomón por medio de Hiram Abbif, construyo un templo donde supuestamente debía morar Jehová, y frente a  la entrada del pórtico levanto dos columnas colosales que llamo “Boaz” y “Jachin” o “Jakin”.

 

El Sepher Yetzirah  el libro de la creación de los hebreos, también hace mención a estas dos columnas diciendo: “El creó una realidad de la nada, llamó la no entidad a la existencia y labró, por decirlo así, pilares colosales a partir del aire intangible”.

El cabalista Hebreo llama a Dios “Ayin” o “Ain” que quiere decir “Nada”, pero no es exactamente como un vacío, sino más bien es “análogo” al útero femenino como un espacio con capacidad para gestar cualquier cosa o ser viviente. El aíre intangible que aquí se menciona, muy posiblemente se refiera a la materia primordial que “como” el ovulo femenino que fue inseminado por la “palabra perdida” o el nombre de Dios que al ser emitido genero el movimiento vibratorio y la doble polaridad positivo y negativo del universo y generando o dando principio al orden y concierto dentro del caos primordial.

Estudios y filosofía Masónicas, a pesar de ser un tanto ecléticos, las tradiciones místicas Judeo-Cristianas tienen fuerte influenciadas en sus liturgias, rituales y simbolismos alegóricos. Nuestros templos o logias Masónicas, son una representación simbólica del macrocosmos y del microcosmos, el universo y el hombre entre otras cosas más; Y dentro del templo a tres pasos de la puerta de entrada al poniente, se encuentran dos columnas, B” y “J”, Columnas mencionadas por La Biblia y el Sepher Yetzirah. La primera columna simboliza también, el aspecto terrestre, material y objetivo, y la segunda columna representa lo subjetivo, lo abstracto de las ideas, lo espiritual y divino del universo y el hombre.

La Masonería Escocesa, como todas las tradiciones místicas-esotéricas, tienen dos facetas, la exotérica y la esotérica, como el Dios Romano de dos rostros que sobre él tenía una luna naciente: Janus o Jano, (3) el Dios de las puertas, y de los principios y finales, que viene siendo análogos a Los dos Juanes Bíblicos, Juan el Bautista el cual vestía pieles de animal, le dio la primera iniciación a Jesús por medio del bautismo con agua en el rio Jordán,  y Juan el Evangelista, el cual estaba presente en su iniciación final en la cruz,  acompañando a María madre de Jesús, María de Cleofás (Hermana de María madre de Jesús) y María Magdalena. Alrededor formando un círculo se encontraban los centuriones romanos… Llama la atensión… ¿Verdad Caballero Rosacruz?.

La religión Judía de la cual emano el Cristianismo, tiene como parte esotérica a la Cábala, la cual está sostenida por dos columnas, la del “Rigor” o  “B” en nuestro templo, y “Misericordia”  o “J”, las cuales alcanzan la conciliación de los opuestos a través de la tercera columna: “Equilibrio” o el Hombre. Que viene siendo la unión del cuerpo material y el alma.

Las columnas “B” y “J”, no se limitan a sus dimensiones físicas, sino que virtual y alegóricamente se extienden desde el poniente hasta el oriente, donde la columna “B”  tiene como capitel a la “Luna”, y la columna “J”  al sol, al mismo tiempo que ambas señalan el norte y el sur como el lugar donde deben trabajar los AA.·. MM.·. y los MM.·. MM.·.

Los alegóricos rituales Masónicos, hablan del descenso y ascenso del Adam o el hombre desde los mundos divinos al terrestre y viceversa.  A un costado de “B” se encuentra el “mar de bronce” lugar donde el recipiendario  debe forzosamente pasar para aspirar a evolucionar hacia grados mayores. El agua simboliza la materia y el “mar de bronce” el árbol del conocimiento o cuerpo físico necesario para la adquisición del conocimiento y la evolución del ser.

La idea nada es sin la realización. Algunos escritores mencionan que somos “Un pensamiento en la mente de Dios”, claro que debe ser alegórico porque nadie ha visto jamás a Dios. Sin embargo cabe mencionar que aún Dios requirió primero, contar con la fuerza femenina de la materia formando antes que el hombre, los tres reinos: Mineral, Vegetal y Animal y como síntesis el hombre.

El sol presidiendo la columna “J” de M.·. M.·. se encuentra a la izquierda del V.·. M.·. y la Luna preside la columna “B” de los A.·. M.·. se encuentra a la derecha del V.·. M.·.

Conclusión:

El sol y la luna, “B” y “J” son el espíritu y la materia, las ideas y la realización, son los misterios menores y mayores, lo exotérico y esotérico en la Masonería.

La revelación de tales misterios no está en las palabras, ni los grados son un diploma de papel. El espíritu de la Masonería no está en sus símbolos, liturgias o rituales. El Arte Real de la Masonería es abstracto, espiritual e interior. Tú eres el que busca y el que se opone. Tú eres el buscador y lo buscado, Tú eres Tubalcaín, Hiram Habif y Balkis. Tú eres la piedra bruta y la palabra perdida. Tú eres la bóveda secreta, el delta luminoso, porque el hombre solo podrá conocer a “su” dios a través de sí mismo.

Recuerda: “Las letras matan, pero el espíritu vivifica” 2 Co. 3:6.

“Vocatus atque non vocatus, deus adherit ” (*)

Fraternalmente.

 

Lazaharo Hael. M.·. M.·.

Nota:

El presente, son reflexiones y meditaciones personales. No representan necesariamente la opinión de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.

Culiacán, Sinaloa. México. Jueves 01 de septiembre  del 2016.

Bibliografía:

(*).-         Invocados o no invocados, los dioses están presentes.

1).-          Obrero en griego se dice demiurgo. El Demiurgo de los gnósticos no era el Dios supremo, sino el creador del mundo material.

(3).-        El Secreto Masónico.- Aldo Lavagnini

(4).-        El secreto Masónico.- Robert Ambelain.

¿Qué son y que no son los landmarks?


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Los “landmarks” o linderos son reglas particularmente impuestas por la Masonería anglosajona.

La palabra Landmark tiene su origen en los masones ingleses. Esta palabra habría sido tomada de la Biblia (Job 24.2 y Pr 22.28/23.10) y recuerda los linderos ––físicos y conductuales–– que no se deben violar. En masonería se denominan así las limitaciones que supuestamente ninguna Gran Logia puede derogar, ignorar o modificar, ya que en ellos están contenidos los principios y la esencia misma de la Fraternidad. Estas limitaciones, a las que llamaremos en adelante “linderos” ––cuando sea posible y con el fin de no usar la palabra inglesa–– son aquellos principios o reglas de gobierno masónico que supuestamente determinan la naturaleza de nuestra institución y que por provenir de tiempos remotos, se tienen en su mayor parte por inviolables. Dentro de estos linderos se encuentra la masonería, fuera de ellos, no existe. Los que encarnan una tendencia quietista han llegado a sostener que la Masonería es un culto fundado en bases religiosas y cuyos dubitables principios originales ––los landmarks–– son inmutables. Hasta el fin del mundo, en consecuencia, no se pueden introducir modificaciones en los principios y fundamentos de la Masonería Original sin cesar de ser Masonería. Enfrentados a esta tendencia se encuentran gran parte de los masones latinoamericanos, partidarios de una masonería adogmática, que represente y encarne las fuerzas dinámicas frente a las tendencias estáticas.

El vocablo Landmark fue empleado desde tiempos muy antiguos por los masones operativos ingleses para referirse a las prácticas, costumbres, leyes, y usos de la masonería.

¿Pero cuales son estos landmarks o linderos?

Para Mackey son 25; para Mac Bride ––enconado y demoledor crítico de Mackey–– solo son doce; 8 para Pound; apenas 3 para Pike; 24 para Lecerff; 54 para Grant de Louisville; 24 para Lawrence; 27 son los que se desprenden de lo actuado y aceptado en la Asamblea General de Francmasones llevada a cabo en Paris en el año 1523 (ver Anexo), y ocho son los que ––hasta donde sé–– conserva la Gran Logia de Inglaterra..

Algunos de estos linderos son comunes, otros son bastante diferentes y en algunos casos se encuentran en total contradicción. Unos pocos linderos de las muchos que se encuentran en las numerosas listas coinciden o son muy similares a las Obligaciones contenidas en antiguos Estatutos de la Cofradía.

¿Cuáles son entonces los verdaderos linderos? ¿Cuál es la forma de establecer esto? ¿Cuáles son los patrones de referencia que debemos emplear para identificar los genuinos linderos? Seguramente no lo serán solamente los 25 linderos de Mackey –– los que rechazo en gran parte por su falsedad ideológica, su sectarismo y su carácter tendencioso. Limitar nuestra atención a ellos significaría una grave omisión.

Definir esta cuestión es de particular importancia en orden de eliminar falsas interpretaciones ––equivocadas o intencionadas–– que en forma gradual y progresiva han venido desnaturalizando la Fraternidad, apartándola de la región contenida en los antiguos linderos.

¿A que obedece la existencia de tantos y diferentes linderos? Pareciera que intereses políticos y tendenciosos han sido los responsables primarios de este fenómeno. Resulta por demás importante determinar cuales de estos linderos son auténticos y en consecuencia imprescindibles para la conservación de la naturaleza de la Fraternidad, y cuales son los aderezos tardíos que respondiendo principalmente a intereses sectoriales, cuyo propósito ha sido ejercer con exclusividad el gobierno de la Orden e introducir una orientación definida, contraria a los principios de universalidad que nos han caracterizado.

¿Cuáles son entonces los linderos que debemos conservar, y cuales son los que debemos descartar, en favor de la gran familia masónica?

¿De que dependerá la adopción de unos u otros, si es que esta alguna vez se lleva a cabo?

Pienso que esta decisión deberá tomarse a la luz de todos los antecedentes disponibles y en función de la clase de masonería que queremos para el futuro.

¿Qué es lo que pensaban en este respecto algunos destacados predecesores?

Albert Pike sostenía que “la masonería no es una religión. Pero enseña y conserva en toda su pureza los dogmas cardinales de la primitiva fe, que subyacen fundamentalmente en todas las religiones”

A.G. Mackey decía que “la masonería es un sistema de moralidad velado en alegorías o ilustrado por símbolos. Las ceremonias son externas adiciones que no afectan a su esencia”.

Para A.C.L. Arnold la “masonería es amistad, amor e integridad. Amistad que se sobrepone a las ficticias distinciones sociales, a los prejuicios de religión y a las condiciones económicas de la vida. Amor sin límites ni tibiezas que no conoce desigualdades. Integridad que ata al hombre a la eterna ley del deber”.

G.F. Moore pensaba que la masonería “ es la ciencia de la vida en una sociedad de hombres, como signos, símbolos y ceremonias, que tiene por base un sistema de moralidad y por propósito el perfeccionamiento y dicha del individuo y la humanidad”.

Oscar Posner indicaba que la vida separa a los hombres y que para unirlos se necesita un arte. “Un medio de este arte –no el arte mismo– es la masonería. Por tanto, la masonería es el medio de un arte que se esfuerza en unir a los hombres separados por la vida, a fin de que puedan entrar en una nueva comunión unos con otros”.

Para el Gran Oriente de Bélgica, la Francmasonería es una institución cosmopolita, que tiene por objeto “la búsqueda de la verdad y el perfeccionamiento de la humanidad. Se funda sobre la libertad y la tolerancia; no formula ni invoca ningún dogma.

Pide al que se presente a la iniciación que sea hombre honrado y que posea una inteligencia que le permita comprender y propagar los principios masónicos. Exige de sus adeptos, sinceridad en sus convicciones, deseo de instruirse y abnegación.

Forma, pues, una sociedad de hombres probos, que, unidos por sentimientos de libertad, igualdad y fraternidad, trabajan individualmente y en común por el progreso social, ejerciendo así la beneficencia en el sentido más amplio”.

Considerar estas opiniones idealizadas puede ayudarnos de alguna manera a delinear el tipo de masonería que queremos, pero también es importante considerar lo que somos y cual es la gran diferencia que nos distingue de los masones de otras partes del mundo.

La Francmasonería puede ser considerada como formando dos grandes grupos: la Masonería anglosajona y la Masonería latina; esta división no es arbitraria, corresponde a dos grandes corrientes espirituales basadas sobre la diferencia de religión practicada por la mayoría de los habitantes de estos dos regímenes. Los países anglosajones profesan la religión reformada, los países latinos dependen de la religión católica romana.

La religión reformada es tolerante, admite el libre examen, no lucha contra la Francmasonería; muchos pastores son, además, masones.

La religión católica Romana es de esencia totalitaria, pretende la hegemonía. Adversarios de todo examen de su doctrina, está forzosamente en lucha con todo lo que no es ella. La Francmasonería, proclamando la Libertad en todas sus formas, se encuentra por este hecho como objeto preferente de las persecuciones de la Iglesia romana.

Estamos insertados en una realidad diferente. Los problemas que agobian a nuestros pueblos no existen en el llamado primer mundo. No son en él conocidos y si algo le ha llegado, poco le importa.

Nuestra realidad político cultural incide en un eventual replanteo de las características que definen a la Fraternidad. No se trata solamente de rescatar la masonería de eventuales desviaciones, se trata, fundamentalmente, de encontrar esa masonería que pensamos puede y debe representar un aporte verdadero no solo al perfeccionamiento individual, sino a la mejora de las condiciones particulares que afectan a nuestra realidad latino americana. No se trata ––al decir de Jean Jaures–– de conservar unas cenizas, se trata de avivar el fuego.

De la extensa melange de linderos y de los variados intentos de codificación e imposición, se concluye que muy pocos conservan los rasgos de antigüedad. En su libro “La Masonería”, Emilio J. Corbière señala que hay tres sobre los cuales no hay dudas de que revisten el carácter de antiguos linderos. Son los siguientes:

  • La necesidad de que los masones se congreguen en logia.
  • El gobierno de la Fraternidad, cuando está reunido en logia, está compuesto por un maestro y dos vigilantes.
  • La necesidad de que cada logia, cuando se halla reunida, esté debidamente guardada (a cubierto tanto de profanos como de masones ajenos a la logia).

Hay quienes podrán alegar que los secretos de la Fraternidad debieran considerarse como un antiguo lindero, sin embargo, en la actualidad esto carece de importancia, habida cuenta que los nombres de las autoridades son de dominio público, al igual que las actas de sus asambleas generales, su inscripción de los registros públicos de sociedades, sus enciclopedias, y los libros que dan detallada información de sus ceremonias, grados y ritos.

Las mayores discrepancias que se desprenden de un estudio comparativo de los linderos conocidos, se producen con relación a la interpretación sobre lo que es el Gran Arquitecto del Universo, el Libro de la Ley Sagrada y la dogmática idea de la inmortalidad del alma.

Estas discrepancias han producido polémicas doctrinarias, enfrentamientos y divisiones que persisten en nuestro tiempo. El tema no es nuevo. Oswald Wirth señalaba que “la discordia tiene su origen en divergentes concepciones en cuanto al carácter fundamental de la Francmasonería. Algunos quieren ver en ella una comunidad de creencias reducidas a la afirmación de la paternidad de Dios, de la inmortalidad del alma, y en el reconocimiento de un Libro Sagrado, promulgado por la ley divina. Otros estiman que la masonería debe respetar todas las opiniones religiosas y filosóficas, para no exigir a sus adeptos sino una moralidad garantida… He aquí el doble punto de vista que todavía divide a los miembros de una gran confraternidad, creada y destinada a unir a todos los hombres de bien.

La cuestión del Gran Arquitecto del Universo

El Gran Arquitecto del Universo es una fórmula relativamente moderna. Para algunos, un Dios polimórfico. Un símbolo de un principio generador para otros.

La creencia en un Ser Supremo y en una vida futura no tiene nada de específicamente masónico. ¿Acaso ella no es también la ley fundamental de todas las Iglesias, la base de todos los cultos, y a este título, no es ella común a la casi totalidad del mundo profano? ¿Cómo aceptar en tales circunstancias que ella puede contarse entre esas “ceremonias, reglas y leyes juzgadas como absolutamente necesarias para distinguir a la Orden?. ¿Dónde se encuentra la definición del Dios de los masones? Es inútil que se busque, pues tal definición no existe en ninguna parte como cuerpo de doctrina. Los términos de este “landmark” de Mackey no pueden ser interpretados más que en un sentido profano, vulgar, y bajo esa fórmula resulta incompatible con los principios fundamentales y el espíritu de la Orden Masónica. Son muchos los que sostienen que los masones están obligados a tener una “religión” y que no es posible la religión sin el reconocimiento de la responsabilidad del hombre respecto del Ser Supremo o Potestad que llamamos Dios, por lo que la necesidad de una religión requiere forzosamente la creencia en Dios. Esta definición resulta demasiado estrecha y mezquina. Una de las reconocidas clasificaciones de las religiones es la denominada “antiteística”, la cual contiene el ateísmo, el agnosticismo, el panteísmo y el animismo. En consecuencia, las “opiniones particulares” pueden recorrer todo el camino que va desde el más puro y refinado monoteísmo al ateísmo, pasando por el politeísmo, el naturalismo y el fetichismo.

A pesar de que formamos parte de una gran fraternidad, poco es lo que sabemos respecto de la forma de pensar de nuestros hermanos, particularmente, aquellos que integran cuerpos considerados por algunos como irregulares. En el Convento organizado en 1877 por el Gran Oriente de Francia un pastor protestante, el hermano Federico Desmons propuso la supresión de la obligatoriedad de la creencia en Dios. Su brillante proposición fue aceptada por la Asamblea General. Veamos que decía:

“Pedimos la supresión de esta fórmula porque si es embarazosa para la Veneratura y para las Logias, no lo es menos para los profanos que animados de sinceros deseos de formar parte de nuestra grande y bella Institución, generosa y progresista, se ven detenidos por esta barrera dogmática que su conciencia no les permite saltar.

“Pedimos la supresión de esta fórmula porque nos parece extra inútil y extraña al objeto que persigue la Masonería. Cuando una sociedad de sabios se reúne para estudiar una cuestión científica ¿se siente obligada a poner en la base de sus Estatutos una fórmula teológica cualquiera? No, esto no se hace. Los sabios estudian la ciencia independientemente de toda idea dogmática o religiosa. ¿Por que no se debe hacer lo mismo en Masonería? ¿Es que su campo no es bastante vasto, su dominio lo suficientemente extenso, para que no le sea necesario poner pie sobre terreno que no sea el suyo?

“Dejemos a los teólogos al cuidado de discutir los dogmas, dejemos a las Iglesias autoritarias al cuidado de formular sus Syllabus, pero que la Masonería quede en lo que debe ser, es decir, en una Institución abierta a todos los progresos, a todas las ideas morales elevadas, a todas las inspiraciones amplias y liberales. Que no descienda jamás a la arena ardiente de las discusiones teológicas que no han aportado jamás ––creedme lo que os digo–– más que turbulencias y persecuciones. ¡Que se guarde muy bien la Masonería de querer ser una Iglesia, un Concilio, un Sínodo, porque todas las Iglesias, todos los Concilios, todos los Sínodos han sido violentos y perseguidores!. Y esto por haber querido tener siempre el dogma como base. El dogma que por su naturaleza es esencialmente inquisidor e intolerante.

“Que la Masonería, pues, se cierna majestuosa por encima de todas estas cuestiones de sectas o iglesias, que domine en toda su altura las discusiones, que permanezca siendo el vasto abrigo siempre cubierto a todos los espíritus generosos y valientes, a todos los investigadores de la verdad, concienzudos y desinteresados, a todas las víctimas, en fin, del despotismo y la intolerancia”.

El Libro de la Ley Sagrada, un símbolo que divide

El “Libro de la Ley Sagrada” fue en los antiguos tiempos sola y simplemente el “Libro de la Ley”, libro que contenía los Antiguos Deberes, las reglas ––los “Old Charges”– que regulaban la actividad de los gremios. Sobre él prestaban su juramento nuestros antepasados operativos. Existen indicios de esto, y en cambio, no existen rastros de que se prestaran ante ningún “libro sagrado”. En la Constitución de Anderson de 1723 no se decía nada sobre esto. Tampoco se decía nada en la reforma de carácter aclaratorio que Anderson efectuó en 1738. Recién en el año 1760 la Biblia adquiere la categoría de “luz” de la logia. Sin embargo, en los altares de los masones operativos medievales no había ninguna Biblia. En ellos solo se encontraban las herramientas de trabajo: la regla, la escuadra y el compás ––estas eran sus luces. Ellas sí son indispensables para nuestros rituales. La presencia obligatoria de un “Libro Sagrado” va en contra de las exigencias naturales de la enseñanza iniciática, la que es inconciliable con el empleo ritual de símbolos a los que el mundo profano haya dado una determinada significación, que el Masón mal iniciado o poco instruido en su Arte no tenderá a superar. O. Wirth encuentra comprensible “que la Biblia conserve todo su prestigio ante aquellos espíritus religiosos que buscan en ella la palabra de Dios, haciéndola, a la par, la guía infalible de su fe; pero semejante veneración está muy lejos de poder imponerse racionalmente y constituye una característica anglosajona de la que no participan las razas latinas. Los masones anglosajones quisieron tener su Masonería particular y renunciaron al universalismo proclamado en 1723”. Mi personal punto de vista ––compartido por muchos hermanos–– es que si no queremos representar una farsa, no debemos emplear la Biblia en testimonio de que pertenecemos a una Sociedad que acepta todas las doctrinas y enseñanzas bíblicas.

Exigir un espíritu religioso es impropio de nuestra Orden. Quien señala los antiguos manuscritos para recordarnos que en ellos se hacia referencia a que las reuniones se consagraban a Dios, a la Santísima Trinidad, a los santos y a la Virgen, hay que recordarle que esto no significa absolutamente nada. En aquellos tiempos todos estaban obligados a pertenecer a una religión, quienes así no lo hacían o no lo manifestaban eran considerados herejes y eran candidatos a perder todo, incluso su vida.

La religión, considerada como sistema de fe y de veneración, pertenece a la Iglesia y no a una organización fraternal. “La Francmasonería no es un credo, ni un dogma, ni señala determinado camino a seguir a fin de ganar la gloria. La Francmasonería no puede ser una religión porque no tiene dogma, y es harto sabido que no hay religión sin dogma. La Francmasonería no puede ser una religión, porque sus principios están en pugna con los dogmas de las religiones, y están en pugna con estos, porque estos se declaran eternos y materia de fe ciega y absoluta, mientras que aquellos están sometidos al criterio científico experimental, que puede modificarlos con el progreso de la investigación” (D. Victory y Suárez, La Francmasonería no es una religión). Las Constituciones de Anderson de 1723 no tienen ni confieren a la masonería un espíritu religioso. En este sentido es importante recordar aquella regla de interpretación de las normas jurídicas, según la cual ubi lex voluit, dixit; ubi noluit, tacuit (cuando la ley quiere, lo dice; cuando no quiere, calla). Y esto es precisamente lo que sucedió con estas Constituciones. No dicen absolutamente nada sobre la presunta obligatoriedad de la calidad religiosa ni de la obligatoriedad del polémico “Libro de la Ley Sagrada”.

“Los Francmasones tienen su Biblia: las Constituciones de Anderson. Es este libro el que debe colocarse sobre el altar y sobre el que podría exigirse el juramento o promesa. Constituiría para el neófito un verdadero compromiso. De otra manera, nos parece masonicamente impío tratar de imponer un dogma religioso a una Orden cuya virtud esencial es la de “no admitir límite alguno en la investigación de la verdad” (Boletín de la Gran Logia de Francia)

La creencia en la inmortalidad del alma.

Mackey la hace figurar como el lindero 20º, Paton lo define como la “resurrección de los cuerpos y la vida futura”. Pike acepta la creencia en la vida futura, pero no en la resurrección.
Esta supuesta obligación no puede considerarse como tal:

1.- porque no existen vestigios de que al constituirse la Francmasonería moderna, fuera la creencia en la inmortalidad del alma algo que integrara el propósito de sus fundadores;
2.- porque nada sobre el particular se consigna en la Carta Magna de Anderson de 1723, ni aún en los Reglamentos Generales de 1721, y si no fue móvil o ideal de la Gran Logia Inglesa en sus pasos iniciales, no puede exigirse a las demás Potencia que se fundaron posteriormente;
3.- porque en razón de la íntima vinculación que tal creencia tiene con el dogma, es casi seguro que se introdujo en la Orden por aquellos místicos que adoptaron la tendencia dogmática en épocas ulteriores;
4.- porque la creencia en la inmortalidad del alma integra la ideología de ciertas especulaciones filosóficas que guardan relación con algunos altos grados, no con los simbólicos, y deben eliminarse por el carácter adogmático de la Orden y en aras de su universalidad; (Derecho Interpotencial Público Masónico, Cap. IX, Art. 28).
Pensar en nuestro tiempo en la “inmortalidad del alma” es inadmisible para quienes no comparten ideas religiosas que auspician este supuesto. Esta idea para ellos se resume en la inmortalidad del pensamiento y de las obras. Afortunadamente, la Gran Logia de Inglaterra ha dejado de lado la obligación de la creencia en una vida futura.
El prestigioso jurista argentino Virgilio A. Lasca, en su obra “Derecho Internacional Público Masónico” señala que lo fundamental a considerarse en estas guías o pautas, debe inspirarse en lo esencial del contenido de las Constituciones de Anderson de 1723, y en modo alguno en las particularizaciones o peculiaridades que en cada jurisdicción masónica se han impuesto por las modalidades de ambiente. “Se impone una elevación espiritual para avizorar la gran obra a cumplir por la Francmasonería en esta humanidad ansiosa de paz y armonía para afianzar su progresivo mejoramiento.

“Deben contemplarse todos los principios que tiendan a unir las Potencias, y desechar aquellos otros que son motivo de discrepancia, si es que comprendemos bien el Arte de construir una verdadera fraternidad.

Sin embargo, las referidas Constituciones de Anderson no son de modo alguno un antiguo lindero, aunque sí pueden ser un patrón de referencia. La Constitución publicada por la Gran Logia de Inglaterra en el año 1723 es una verdadera reforma de los usos y costumbres de la Masonería operativa, llevada a cabo por la necesidad de organizar la Fraternidad, a fin de reunir los elementos dispersos y coordinar sus esfuerzos. Esto está claramente explicitado en la página 73 del Libro de las Constituciones de 1723, en la que se puede leer:

“…Habiendo sido ––en Inglaterra–– considerablemente interpoladas (¡no solo en la Biblia se hacían interpolaciones!) y mutiladas y lamentablemente alteradas las añejas Constituciones… nuestro antiguo Respetable Gran Maestre encargó al autor examinar, corregir y redactar, siguiendo un método nuevo y mejor, la historia, deberes y reglamentos de nuestra vieja fraternidad. En consecuencia, este último ha estudiado diversos documentos provenientes de Italia, de Escocia y de distintas regiones de Inglaterra ––entre los que encontró gran número de errores–– y de ellos, así como de otros antiguos archivos masónicos, sacó las Constituciones aquí publicadas con los Deberes y Reglamentos Generales”.

Esta página ha sido sospechosamente puesta en la sombra por los historiadores. Conocemos una larga lista de antiguos documentos masónicos, y creemos que el famoso “Manuscrito Regio”, que data de alrededor del año 1390, es el más antiguo de todos. La “Carta di Bologna”, importante documento del año 1248, también es mantenido en la oscuridad por la mayoría de historiógrafos de la Fraternidad. ¿A que se debe este silencio?. ¿Tendremos que ver en esto una no confesada intención de británica preponderancia?

La obra de Anderson no pudo evitar la aparición de susceptibilidades. Eduardo E. Plantagenet nos cuenta (ver Bases del Derecho Masónico, ¿Landmarks u Obligaciones de Anderson?) que aquellos que permanecían fieles a lo que creían ser la verdadera tradición masónica, no querían admitir que esta podía haber sido realmente corrompida por alteraciones de todo orden. Es precisamente a estos hermanos a quienes se debe en 1722 ––en el mismo momento en que el trabajo de Anderson era confiado a una comisión de revisión especialmente nombrada para su examen––, la publicación de una Constitución (“The Old Constitutions belonging to the Ancient and Honourable Society of Free and Accepted Masons”), copiada ––según lo declaraban–– de un documento manuscrito de más de quinientos años de edad (!). No cabe ninguna duda que fueron ellos quienes años más tarde ––¿en 1858 como se pretende?–– provocaron la publicación de una lista enumerativa de los “Landmarks”, o Principios Fundamentales e Imprescindibles de la Orden, que opusieron con éxito a las “Obligaciones de Anderson” Todavía hoy la Gran Logia Unida de Inglaterra hace de esos Landmarks la base de la ortodoxia masónica. Todavía hoy muchos hermanos creen que ciertos linderos están indisolublemente unidos a las Constituciones de Anderson.

“Si confrontamos los Landmarks y las Obligaciones, continua Plantagenet, nos vemos fatalmente obligados ––de buen o mal grado–– a comprobar que, lejos de complementarse mutuamente, como nos induciría a admitirlo la doctrina anglo-sajona, ambos documentos se contradicen o se hallan en desacuerdo sobre más de un punto; que su respectiva autoridad “legal” está lejos de ser equivalente y, por último, que sus divergencias ––tan nefastas para la noble grandeza y la sublime universalidad del Ideal masónico–– tienen por origen un malentendido, tanto más afligente cuanto que él no parece ser, más que una deplorable consecuencia de la eterna incompatibilidad existente entre la letra y el espíritu. Estas diferencias no son fruto del azar ni de la fantasía del redactor; ellas son voluntarias, premeditadas y, lo que es más, meticulosamente definidas y puestas a punto”.

Estas diferencias se acentuaron con el tiempo e impulsaron a los “antiguos” (la oposición de los “modernos” que rodeaban y apoyaban a Anderson) a volver a sus antiguos sentimientos, renegar de las Constituciones de Anderson, invocar la imprescriptibilidad de los linderos (landmarks) que ellos “habían descubierto” y provocar así la alteración del texto original de Anderson y después el paradojal maridaje de sus linderos con las Obligaciones.

¿Qué son y que no son entonces los Landmarks? Debemos aceptar que hasta hoy no se conoce ni su número ni su naturaleza particular, y que ninguna de las nomenclaturas en curso reviste un carácter de autenticidad suficientemente notoria como para que podamos librarnos de la duda que nace de tan singulares contradicciones y de la visible puja que produce su cotejo. Unos pocos corresponden a los antiguos e inalterables linderos. Otros muchos no son nada más que tardíos agregados e interpolaciones que tuvieron como objeto primordial sustentar posiciones altamente criticables por lo poco masónicas. Ciertamente, no será posible a través de estos medir el grado de desviación que se ha operado en la Fraternidad, el alejamiento de los postulados que la animaban. Considerar que los llamados landmarks son el conjunto de rasgos propios y exclusivos de la Orden ––sin efectuar un previo análisis de los mismos–– puede llevarnos a cometer graves equivocaciones. Este análisis es ineludible para determinar si las Obligaciones de Anderson pueden o no ser consideradas como la Carta fundamental de la Masonería especulativa, o en su defecto, considerar como tal a los principios básicos de la Francmasonería Universal, aprobados en la Asamblea General de Francmasones reunida en Paris en el año 1523.

No hay dudas de que todos estamos de acuerdo sobre la existencia real de determinados linderos no desprovistos de cierta autoridad y que pueden ––en cierta medida por lo menos–– representar algunos elementos esenciales de la regularidad masónica. Sin embargo, para que pudiésemos hacer de ellos bajo esta forma la base del derecho masónico, sería necesario todavía que esos linderos fundamentales fuesen codificados después de haber sido aligerados de todas las prescripciones cuya universalidad no está demostrada de un modo incontrovertible, o que no se ajustan estrechamente a la definición admitida para sus caracteres específicos.

Los linderos que propuso Mackey son notoriamente posteriores al libro de las Constituciones de Anderson. En cuanto al resto, ¿qué título se podría invocar ante las circunstancias ya señaladas para conceder a los linderos en general una precedencia cualquiera sobre las Obligaciones de Anderson? El argumento de la anterioridad no puede ser utilizado; su autenticidad está sujeta a caución; su universalidad es discutible; su número es desconocido; nada define “oficialmente” su carácter; ni siquiera se puede pretender que la enunciación de los principales de entre ellos haya aportado un elemento nuevo para el establecimiento de los cuadros del derecho masónico.

En la Constitución “operativa” publicada en Londres en 1722 no se encuentra ninguna referencia que pueda servir de base para la justificación de los “landmarks” de Mackey. Por el contrario, se puede apreciar que por primera vez apareció esta expresión en el vocabulario masónico, en el artículo XXXIX de las Antiguas Ordenanzas, publicadas a continuación de las Obligaciones de Anderson:

“XXXIX. Every Annual Grand Lodge has an inherent Power and Authority to make “new regulations” or to alter these, for the real Benefit of this ancient Fraternity: Provided always “the old Landmarks be carefully preserved…”

Como en el decreto de aprobación de la Gran Logia se expresa que los textos de Anderson deben ser considerados como las únicas Constituciones de la Orden:

“… and we ordain That these be received in every particular Lodge under our cognizance, as the only Constitution of Free and Accepted Masons amongst us…”
no puede caber duda de que las prescripciones a que esta declaración se refería no eran otras que las editadas por los “Old Charges” mismos.

Si consideramos estas prescripciones con la atención que se merecen, rápidamente notaremos que, adoptando el aspecto de una constitución operativa, ellas trazan muy claramente el cuadro espiritual de la Masonería especulativa, destacando las tradiciones que importa respetar para que el Masón virtuoso pueda “realizar” la iniciación y convertirse en un “Iniciado” ––en el sentido intelectual del término–– y para que la Orden conserve su fisonomía propia en medio de las instituciones profanas, dedicadas a la satisfacción fragmentaria y temporal de las aspiraciones trascendentes e integrales de la comunidad masónica.

Enfrentamos así una verdadera disyuntiva: optar entre linderos u Obligaciones. Podemos embarcarnos en la difícil tarea (hasta hoy no acometida) de pesquisar y analizar todos los linderos que andan dando vueltas y decidir cuales de ellos son auténticos y vitales para el mantenimiento del carácter que identifica a nuestra Fraternidad. Reitero lo equívoco que puede resultar emitir una opinión acerca de los “antiguos linderos” considerando solamente los enunciados por Mackey. Nadie ha podido responder de que fuentes los ha extraído. Son muchos los hermanos que no aceptan la preferencia excesiva que se otorga a estos linderos por sobre las Obligaciones de Anderson, porque en algunos aspectos ellos las desvirtúan con una peligrosa pugna y en otros las repiten inútilmente.

Lo que interesa ante todo es entenderse. Cuando se proclama que los antiguos linderos son “inalterables, inamovibles e inmutables” resulta positivamente cierto si se tienen en cuenta cuando menos las Obligaciones de Anderson, pero no si se considera la nomenclatura de Mackey, que ha invadido muchos terrenos para poder pretender cierto grado de imprescriptibilidad. No podemos detener la evolución misma , atándola a los límites infranqueables de un pasado muerto. La naturaleza no es estacionaria. “Las instituciones envejecen mientras la Humanidad rejuvenece sin cesar; los métodos pueden gastarse, las exigencias de los tiempos y del espíritu modificarse, las doctrinas corromperse, solo el “fin” permanece eternamente idéntico a sí mismo porque nosotros estamos “en el valle” y él está “en la cima”.

“Si a nuestro turno osáramos expresar un “landmark” iniciático en apoyo de nuestra tesis, diríamos que lo que nos distingue específicamente de la actividad intelectual y social del mundo profano es precisamente que “la comunidad humana se esfuerza por realizar la doctrina” tentando a cada individuo, cada función y cada grupo a imponer la suya a los otros, mientras que la colectividad masónica no aspira sino a encaminar la Humanidad hacia “el fin”, haciéndolo perceptible a todos y dejando a cada uno el cuidado de encontrar su vía y de progresar por ella según sus fuerzas y sus posibilidades”.

“Es por eso que la enseñanza iniciática no se presta a ninguna limitación espiritual; la glosa iniciática de hoy es esencialmente diferente de aquella cuyo texto nos dan los rituales del siglo XVIII, aunque el objetivo final siga siendo el mismo”.

“Como conclusión se puede afirmar que las Obligaciones de Anderson, al igual que los Principios Básicos Constitutivos de la Francmasonería Universal del año 1523, constituyen los únicos documentos capaces de proporcionar una base sólida al derecho masónico. Desgraciadamente, los llamados landmarks o linderos, bajo su forma actual no solamente es nulo su valor, sino que, además de su imprecisión, su falta de coordinación y la puja enredada que evidencian sus términos, constituyen para la Orden un mal de una excepcional gravedad que sería de urgencia extirpar. ¿Es ello posible? No cabe duda de que sí. Bastaría solamente con no dejar que en la busca racional de la solución del problema la letra ahogue al espíritu y los particularismos estrangulen a la Fraternidad”. (E.G. Plantagenet)

Los “antiguos linderos” ––los landmarks––, cuyo sentido real y número pocos masones conocen, han demostrado que solo convienen a las potencias masónicas, ya que les permite ––por la ambigüedad del término–– acusarse recíprocamente de la no observación de la antigua tradición de los Masones operativos, pecado del que todas ellas se hacen más o menos culpables cuando ello sirve a sus intereses.

Felipe Woichejosky

Anexo
Antiguos Línderos

PRINCIPIOS BASICOS CONSTITUTIVOS DE LA FRANCASONERIA UNIVERSAL APROBADOS EN LA ASAMBLEA GENERAL DE FRANCMASONES QUE SE REUNIO EN PARIS EN EL AÑO DE 1523.

De la Logia Francmasónica y de sus miembros.

1. Siete o más francmasones debidamente capacitados, reunidos bajo la bóveda celeste, a cubierto de indiscreción profana, para discutir y resolver libremente, por mayoría de votos, los asuntos que les interesen colectivamente, forman una logia francmasónica, similar a las de la Masonería operativa.

2. Los trabajos en Logia se verifican durante las horas libres de ocupación de los reunidos, y de preferencia entre el medio día y la media noche, bajo la dirección de un Maestro Aprobado (presidente) y dos Celadores, también Aprobados (vicepresidentes). Las reuniones se efectúan ante los útiles de trabajo conocidos, colocados en el Ara del Medio en la forma acostumbrada, estando resguardada la entrada al recinto de la reunión por un Guardián seguro y resuelto, y un Experto retejador de los visitantes. Todos los que desempeñan cargos son elegidos por mayoría de votos de los francmasones reunidos, sea para una Asamblea o para un período determinado por ellos.

3. Los francmasones reunidos en Logia, de acuerdo con las reglas y costumbres conocidas desde tiempos muy antiguos, pueden, previa averiguación respecto a los candidatos, iniciar a los profanos en los Misterios (Secretos) de la Francmasonería y examinar a los Aprendices y Compañeros para elevarlos a los grados de capacitación superiores inmediatos, tomando de ellos la promesa de fidelidad en la forma acostumbrada, ante los útiles simbólicos del Trabajo y de la Ciencia y comunicarles los signos, los toques y las palabras secretas de reconocimiento y de socorro, universales entre los francmasones.

4. Es costumbre antigua, firme e inviolable, no admitir como francmasones a sus enemigos naturales, que son: los clérigos de las religiones, los poseedores de títulos y privilegios de las castas de la nobleza y los hombres que tienen convicciones contrarias a los principios básicos de la Francmasonería, salvo en los casos de rebeldía franca de éstos contra la ideología de los grupos mencionados.

5. No se admiten como francmasones los esclavos, los menores de edad y los incapacitados física y mentalmente.

6. Unión, Solidaridad y Cooperación son los principios de organización interna de la Francmasonería Universal.

7. La inclinación al estudio y trabajo, la vida y costumbres sanas y normales, el comportamiento decoroso, el trato fraternal entre los asociados a la Francmasonería, la preocupación constante por el progreso y bienestar del género humano y por su propia perfección, son distintivas de un buen francmasón.

8. Para poseer los derechos completos del francmasón dentro de sus agrupaciones y dentro del pueblo masónico en general, es indispensable e imprescindible escalar los tres grados de capacitación de Aprendiz, de Compañero y de Maestro, y conocer en esencia la Leyenda no alterada de la Masonería Antigua respecto a la Construcción del Templo de Salomón; contribuír económicamente para el sostenimiento de sus agrupaciónes; asistir regularmente a los trabajos de Logia; preocuparse por los hermanos enfermos, perseguidos o caídos en desgracia y por sus familiares; ayudar a los hermanos viajeros y no abusar de la confianza de nadie.

9. Son derechos esenciales de un francmasón:
o a) voz y voto en Logia y en la Asamblea General (Gran Logia) de los Maestros Masones;
o b) elegir y ser elegido para todos los cargos dentro de sus agrupaciones;
o c) pedir la revisión de los acuerdos tomados en Logia ante la Asamblea General de los Maestros Masones;
o d) exigir en Logia la responsabilidad de los elegidos en el desempeño de sus cargos; e) pedir justicia francmasónica en casos de conflictos entre los asociados a las Logias afines;
o f) formar triángulos y estrellas para trabajar Masónicamente en los lugares donde no es posible reunirse en Logia por razones de fuerza mayor;
o g) disfrutar de socorro, ayuda y protección mutuas entre los francmasones;
o h) visitar las logias ideológicamente afines y ocupar los puestos correspondientes a su grado de capacitación, previa identificación de su calidad de francmasón en la forma acostumbrada y segura, y o i) pedir el Certificado de Retiro de la Logia sin explicación de causas, estando en pleno goce de sus derechos. Son deberes primordiales de los francmasones, pugnar:

10. Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la teología.

11. Por la libertad de pensamiento y de investigación científica.

12. Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía.

13. Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los hombres para el bien propio y de la humanidad.

14. Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los clérigos de las religiones de inmiscuirse en asuntos políticos.

15. Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero.

16. Por la prohibición de emplear a los esclavos en los oficios de los hombres libres.
17. Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus leyes y costumbres.
18. Por la abolición de los tribunales especiales de justicia del clero y de las castas de la nobleza, y el establecimiento de los Tribunales comunes, de acuerdo con las costumbres y leyes de los pueblos.
Otras disposiciones constitucionales:

19. Toda Logia Francmasónica es soberana, no puede inmiscuirse en los asuntos internos de otras Logias, ni elevar a grados de capacitación superiores a los aprendices y compañeros afiliados a otras Logias sin su conocimiento o la solicitud de ellas.

20. Un pacto entre Logias significa la Cooperación y no la renunciación total o parcial de su soberanía.

21. Siete o más Logias Francmasónicas de un territorio determinado pueden formar una Federación (Gran Logia) y tres o más Federaciones pueden unirse en una Confederación.

22. Para preservar intactos los principios de Unión, Solidaridad y Cooperación no es recomendable la formación de dos Federaciones o Confederaciones sobre el mismo territorio.

23. La Asamblea General de los Maestros Masones es la autoridad Suprema en el territorio de una Federación, dicta las leyes, nombra y controla su Gobierno Federal y elige a los representantes que forman parte de la Asamblea de la Confederación.

24. Todo francmasón capacitado, electo para un cargo o representación, es responsable ante sus electores y puede ser destituido por ellos en cualquier momento.

25. Entre los francmasones y sus asociaciones no pueden existir diferencias basadas en la distinción de razas, color o nacionalidad.

26. Los principios de Universalidad, Cosmopolitismo, Libertad (no esclavitud), Igualdad (ante las posibilidades) y Fraternidad (como base de relaciones entre los hombres) son las metas de la Francmasonería.

27. Como producto del pensamiento filosófico progresista, los preceptos básicos de la Francmasonería son sagrados e inamovibles. Estos preceptos no pueden estar en contraposición con los progresos de las Ciencias ni con las ideas avanzadas de épocas posteriores, por lo tanto los francmasones no pueden tergiversarlos ni omitirlos, sin perder su calidad de progresistas y de francmasones.