Introducción:
“Dios La Causa Primera” siendo supuestamente, absoluto, perfecto y eterno, es para el relativo, imperfecto y finito hombre: incognoscible, inescrutable, e inefable, por lo tanto se ha tenido que imaginar a éste Dios que intuye en forma deísta sin verlo, creando en su mente un “Dios-Ideal”.
“El Dios Primero”, aparentemente es inalcanzable por su propia naturaleza y condición, de tal modo que al Dios que el hombre aspira, es el “Dios-Ideal”, como un posible medio para acercarse al “Dios Primero”.
Al margen de cualquier antagonismo, menciono en forma impersonal a la religión, sin referirme a alguna en particular.
Cuando menciono la palabra “hombre”, me refiero al género humano.
“EL HOMBRE, EL SENDERO Y DIOS”
Dios es mente, el universo es su cuerpo, y las leyes del cosmos, forman parte de su propia naturaleza, sin embargo, le asignamos poderes plenipotenciarios más allá de él mismo, al pensar que puede modificar, infligir, suspender, o eliminar sus propias leyes, su propia naturaleza; Jesús el Cristo dijo: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” Mt. 5:17.
El Dios del hombre, es dinámico como el hombre mismo, porque ambos son uno. “Dios la Causa Primera” es el omnímodo, y como tal, siempre será algo más que el total de la suma de todas las partes. El hombre ve la profundidad del cielo, sus estrellas, soles y lunas, la inmensidad del mar y las imponentes montañas y cree ver a Dios, cuando en realidad solo son parte o partes manifiestas de un todo inconmensurable; Nuestra percepción está restringida y condicionada por las facultades de los sentidos físicos, consciencia, mente y razón.
Los Dioses son fuerzas, consciencia y mente, que emergen de lo profundo del cosmos, extendiéndose desde los enormes conjuntos de cuerpos celestes como las galaxias, sistemas y planetas hasta las partículas subatómica más pequeñas que existen. El universo y hombre son “dos grandes libros” donde es posible estudiar y ver “algo” de lo que Dios es.
El salmista clama a Dios diciendo: “¿A dónde me iré de tu Espíritu?, ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra” Sal.139; De acuerdo a la anterior, Dios es lo particular y lo general, omnipresente y omnisciente, en pocas palabras, el todo. Bajo esta premisa, el hombre es hijo de Dios, es Cristo en potencia y desarrollo. El salmo 8:1-6 dice: “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?, Le has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra”.
La evolución de la ciencia y los logros tecnológicos alcanzados hasta hoy, han ayudado a ampliar la percepción, enriquecido el saber, y ampliado la consciencia del hombre, pero no son el hombre.
La verdadera evolución humana se desarrolla en su interior a través del desarrollo de la autoconciencia sobre sí mismo y el dominio o control de sus facultades y propia naturaleza; Hoy somos “dioses encadenados” por las restricciones y exigencias de nuestro propio cuerpo físico, la sociedad, sistemas educativos, económicos, religiosos y políticos entre otros más.
Nacemos con mente blanca, pero somos formados por la herencia del saber, creencias, usos y costumbres de nuestra familia, sociedad, religión, planes educativos y políticos, todos participando en un afán de lograr el hombre que ellos desean obtener de acuerdo a sus intereses y necesidades.
Las verdaderas órdenes, fraternidades y escuelas de filosofía místicas, proceden de una tradición arcaica y única, que tiene como propósito desarrollar la consciencia del hombre espiritual o divino.
Los idealistas sostienen que la idea y mente son anteriores a la forma o cuerpo, mientras que los materialistas afirman que la idea o mente, es resultado de la materia altamente organizada como cuerpos vivos. Todos tienen “algo” de razón y quizás la suma de todas nos revele algo de lo que es el ser. Sin embargo lo que distingue al hombre del resto del reino animal, es ser autoconscientes de su propia existencia y de su futuro potencial a ser.
El hombre natural es el hombre físico, el hombre completo es el hombre físico con mente y consciencia, el hombre divino es el ser espiritual.
Existe una gran diferencia entre: “Un ser humano, y ser humano”.
La divinidad es el “ideal” supremo del hombre, y alcanzarlo representa la realización humana y la sucesiva trascendencia de lo físico hacia el espíritu o alma, es entonces cuando inicia realmente el proceso de conversión en Cristo: “Teilhard de Chardin lo llama cristogénesis: Jesús el hombre, engendrando a Jesús el Cristo; Mediante la cristogénesis, el hombre se transforma en lo que realmente es; pierde aquello que no es y se convierte en lo que es: el hombre se vuelve «Cristo»” (1); Pero no en el Cristo o Dios que las instituciones religiosas oficiales nos han hecho creer, ni mucho menos el “Dios Causa Primera” porque éste es inescrutable e indefinible al permaneces oculto tras los tres velos de “Ain Soph Aur” en la inmensidad del cosmos.
La evolución del hombre es una espiral ascendente de aparente sin fin. El presente ciclo de encarnación, inicia en Malkuth, la sephirah que representa la tierra, el mundo fenomenal de las formas de la Cábala, y cuando cree haber llegado a la cúspide, Kether la corona, la sephirah más alta del presente árbol cabalístico, esta sephirah se convierte en Malkuth de un nuevo y superior árbol cabalístico.
Hombre y universo, son expresiones en este plano físico, del “Dios Primero”, es la “consciencia universal” tratando de conocerse experimentándose a sí mismo a través del hombre y el cosmos.
Dios se expresa y manifiesta en actos e ideas a través de todo ser humano según sea su grado evolutivo y consciencia, teniendo su mayor expresión a través de mentes y manos más evolucionadas y capacitadas o aptas para llevar a cabo sus propósitos.
DIOS NO TIENE RELIGIÓN, en cambio, las religiones no pueden existir sin Dios. Todo es dual en el universo, todo tiene su positivo y negativo. Las religiones son positivas cuando se convierten en apoyo, psicológico y emocional, aportando estabilidad, armonía, en algunas personas, sobre todo ante la incertidumbre de la muerte; y se vuelven negativas cuando defendiendo intereses personales o de grupo, han alejado al hombre de Dios, lo han castrado de su propia voluntad y libre albedrío, manteniéndolo cautivo por encadenas de superstición, miedos, y sofismas dictados por personas ajenas, todo aceptado por ignorancia, indolencia o confort del hombre que ha preferido creer a pensar.
La fe debe ser razonada, no ciega.
Cada hombre posee su propio Dios y su propio sendero que lo llevara hacia su realización humana y trascendencia hacia su propia divinidad. Dios no está en las palabras, sino en la experiencia personal. El Dios de otros no es tu Dios, ni el sendero de otros es tu sendero.
El sendero es tu propia vida, Tú eres el sendero. Cada paso que avanzas, tú y tu Dios se realizan mutuamente en una relación simbiótica, porque ambos son uno, y en ese proceso evolutivo, el “Dios Primero” se revela paulatina y gradualmente ante tu consciencia.
Repito: El sendero es tu propia vida, y nadie puede recorrerlo por ti. Solo tú y por tus propios pies podrás recorrerlo y avanzar en algún grado y forma; Pero muchos se niegan a andar por sí mismos, y prefieren el confort de la indolencia, la ignorancia, no quieren pensar y comen como bebes, de manos de otros, y persiguen Dioses ajenos, que al final de la presente vida terrestre, terminan esfumándose como fantasmas en el aire porque nunca fueron vuestros.
Conclusión.
El hombre solo podrá conocer en algún grado y forma a Dios a través de la experiencia “en” sí mismo, y “por” él mismo.
Tú eres el buscador, tú eres el sendero, tú eres dios, el verbo divino encarnado y hecho hombre, (Jn 1:14) que busca conocerse a sí mismo a través de la experiencia en los diferentes ciclos de encarnación.
El limonero da limones, y el naranjo solo da naranjas. El hombre como hijo de Dios, solo le queda “crecer” y “convertirse” en dios… No tiene otra alternativa, No puede ser diferente al padre. (2)
A la cena del Olimpo, solo son invitados los Dioses.
¿Qué es la inmortalidad?
“El pensamiento elevándose a su idealidad y tomando posesión de su propia divinidad” (3)
“Hincado ante Dios. Ante los hombres jamás”
Fraternalmente.
José David Belmontes Beltrán. M,’, M,’,
Nota:
El presente son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan el criterio de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, “Él que tenga oídos para oír, Oiga”
Culiacán, Sinaloa. México. Martes 01 de junio del 2021.
Bibliografía:
Y Seréis como dioses.- Erich Fromm.
El Dogma de Cristo.- Erich Fromm.
La presencia ignorada de Dios.- Vicktor L. Frankl.
El Misterio de las catedrales.- Fulcanelli.
Conocer a Dios.- Deepak Chopra.
Dios.- Obra colegiado (AMORC).
Biblia de estudio mundo hispano.- Reina-Valera
(1).- El Significado Oculto de los Evangelios.- Osho.
(2).-El hombre adulto es formado por los ideales que porta consciente o inconscientemente, de tal modo que el dios que está en gestación, es el “Dios-Ideal”, o el “Hombre Perfecto o Realizado”, que al final de cuentas, es la puerta más próxima que puede conducirnos a de Dioses Superiores.
(3).- Liturgia del Grado de Maestro Masón del R:.E:.A:.A:.
Las palabras son símbolos que solo generan imágenes en nuestra mente, que continúan siendo símbolos, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.