El Grado XVIII Soberano Príncipe Rosacruz, es el grado místico por excelencia de la Masonería Escocesa. A este grado le llaman también “El grado de los misterios Cristicos +”.
La liturgia de este grado, es un libreto demasiado pequeño, de tal modo que todas sus enseñanzas vienen sumamente sintetizadas, por lo cual, la falta de entendimiento o poco interés sobre algún pequeño párrafo, ocasiona la perdida de una enorme e importante información; A lo anterior habría que sumarle la resistencia a considerar cosas que entran en conflicto o discordancia con nuestra formación religiosa familiar o intelectualidad pragmática.
Dentro del eclecticismo filosófico de Nuestra liturgia destacan los siguientes puntos:
1.- El hombre encarnado.
2.- El Maestro Interior.
3.- La palabra perdida.
4.- La iniciación trascendental.
5.- La mente cósmica.
El hombre encarnado es dual en su naturaleza y triple en su manifestación. Como la dualidad del universo representada simbólicamente por el par de columnas que franquean la entrada del Templo de Salomón y de nuestras logias que es por donde emerge o se manifiesta el nuevo Masón recién iniciado. El cuerpo material del hombre es el medio o herramienta para el desarrollo evolutivo de la consciencia humana; La mente y organización de cada órgano, sistema, aparato y tejidos celular en general, son una maravilla que conforme la ciencia evoluciona, se sorprende cada vez por los nuevos descubrimientos que encuentra en el cuerpo humano.
El Maestro Interior es la palabra perdida, que el CCab,’, Rosacruz identifica con el acróstico “INRI” el cual, diferentes escritores la relación o traducen como: Ipsum Nostrum Regina Isis. Inteligenti Natura Regina Isis. Ipse Nostrum Rex Indocta. Iniciatus Nihil Retro Indocta. Igne Nitrium Rori Invenitur. In Nomine Regenerando Integrat. Isus Nunc Regenat Isis. In Nomine Rex Iao. In Nobis Regnat Iao. In Nostrum Regno Inspirationem. Iesu Nascent Renovatur Iaho. Ignem Natura Regenerando Integrat, entre otras más. Sin embargo y a pesar de que todas estas palabras tienen una profundidad filosófica y mística, que bien podría desarrollarse un trabajo independiente con cada una de ellas, todas son símbolos de símbolos.
La palabra perdida es el alma del hombre, el Cristo interior, el primogénito y unigénito, aquel que emano y forma parte de la “alma universal” y la “mente cósmica” Pero si nos adentramos más en este tema, el Maestro interior, la palabra perdida que es el alma, más bien se refiere a la consciencia y mente del alma.
La búsqueda del conocimiento de: ¿Qué o Quién soy?, nos lleva a la pregunta: ¿Quién es el que desea saber?… El mismo que te dificulta encontrar respuestas, el ego o yo; El alma no está totalmente inconsciente, sino que porta embrionariamente o potencialmente a la consciencia que ha de desarrollar en su contacto o experiencias con el cuerpo humano.
Las enseñanzas Masónicas llevan al A,’, M,’, a reflexionar y saber sobre el su cuerpo y universo material; El objetivo del C,’, M,’, es llegar ha percatado de la presencia del ser interno, la letra “G” en medio del compás y la escuadra al entablar ocasionalmente un dialogo interior donde en apariencia es él mismo quien pregunta y contesta. La voz que responde bien puede ser la voz internalizada y autoritaria que le han aportado todos sus mayores que lo han guiado en el transcurso de su vida, pero estas opiniones pueden estar fuertemente influenciadas por la presencia del alma. En realidad, lo importante, es que el C,’, M,’, se ha percatado de una presencia interior que se manifiesta como en estos diálogos; El M,’, M,’, es aquel que es plenamente consciente de la existencia del alma, es entonces, solo entonces que cuando puede decir con certeza: “La Acacia me es conocida”, San pablo hace eco a lo anterior cuando dice: “ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” Gá. 2:20… Un caro y difícil anhelo pero posible de realizar.
La iniciación trascendente tiene como objetivo alcanzar a ser consciente dentro del alma universal y consciencia cósmica. La liturgia del Gr. XVIII CCab,’, Rosacruz afirma en forma clara, precisa, categórica, y determinante, la existencia del alma universal y mente cósmica, la iniciación transcendental, y la posibilidad de alcanzarla. Pero además dice: “Esta iniciación no puede ser transmitida u otorgada por algún hombre encarnado, y mucho menos en un templo material, sino por el ser interior”.
La liturgia recomienda trabajos de mesa redonda donde se practique la concentración del pensamiento, para esto deberá introvertir la consciencia y practicar el silencio interior y mantenerse en estado receptivo a cuando pudiese presentarse, esto le llevara forzosamente a la meditación y después a la contemplación; La liturgia advierte y cito textualmente: “Es inútil poner en uso el Ritual Esotérico del Gr. XVIII Rosacruz, cuando los miembros del Cap,’, no se han ejercitado antes, en la práctica de la concentración de la mente”.
Alma y Mente cósmica tienen “algo” de similitud con el inconsciente y sus pulsiones en el ser humano, como también lo tiene con el mundo “Atziluth” el mundo superior del árbol cabalístico que está integrado por tres sephiroth: “Kether”, la corona, y cuyo Dios es “Ehieh” y su arcángel es “Metatron”, La sephirah “Chokmah” la sabiduría, su Dios es Jehovah y su arcángel “Raziel”; La ultima de la triada superna es: “Bina” el entendimiento, su Dios: Jehovah Elohim. “Atziluth” es un término hebraico que significa «emanación concentrada», pero “increada”, es el mundo divino, el mundo de las emanaciones arquetípicas.
El psiquiatra y psicólogo Carl Gustav Jung hablo de la existencia de un sustrato común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, “El inconsciente colectivo” de donde emergen ideas arquetípicas, algo símil a “Atziluth” y a la “mente cósmica”.
“La mente cósmica o universal”, es fugazmente mencionada en la liturgia del primer grado de la Masonería Escocesa, pero es en el Gr. XVIII Príncipe Rosacruz donde se habla más libremente al respecto.
La biblia dice mucho más de lo que contiene escrito, además, no es exactamente un libro religioso, ni es privilegio, posesión o exclusividad de nadie, es un libro universal, como la Tora Hebrea, Corán, el Bhagavad Gita, o el Popol Vuh entre otros, y es por nuestra formación familiar Judeo-Cristiana, que tomare a la biblia como referencia para los siguiente:
Desde el punto de vista religioso como científico, el “concepto” de Dios va fuertemente vinculado a la formación del hombre, porque la enorme humanidad creyente, ha convertido consciente o inconsciente a Dios en el ideal supremo a alcanzar, es el superhombre de Friedrich Nietzsche, que lejos de ser un ateo, creía en Dios a través del hombre.
La mente sea individual, colectiva o universal, no es un ser sino una facultad, y ésta “podría” tener origen, o al menos estar relacionada con la “materia primordial” con que todo fue y está hecho.
San Juan el evangelista y uno de los patronos de la Masonería Escocesa dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. Entiendo que lo que pretende decir es que Dios tomo con sus “manos” parte de sí mismo y formo el universo.
El salmo 133 que tiene concordancia con el libro apócrifo de Enoc (Enoch), concuerdan, vaya la redundancia, con el primer capítulo del evangelio de san Juan y del Génesis 6.1-2, los cuales mencionan de diferente manera o de alguna forma, la existencia de la materia primordial y la mente cósmica.
Nuestra liturgia menciona al respecto: “Los templos de Dios en la tierra son los cuerpos humanos, y en cada uno de ellos se encuentra como proyección suya, un maestro cuya mente está imbíbita en la mente cósmica, un maestro cuya alma y cuya vida son alma y vida de Dios”; Por otro lado, Mateo (28:19) nos dice: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”… Pues sí, Siendo Cristo la materia primordial y mente cósmica, no podría ser distinto.
Al morir el hombre, su cuerpo biológico va a la Madre Tierra, y el alma al Padre Dios… Y el hombre ¿Dónde queda? (*).
El ansia o anhelo por saber, no es exactamente producto de un deseo consciente, sino que es una pulsión inconsciente que nos motiva a la búsqueda. El hombre es la llave del conocimiento del universo y de Dios, por lo tanto, la primera dificultad que debemos enfrentar y resolver es: ¿Qué o Quién soy?
En la vida existen misterios que no es posible revelarse por un libro o por palabras ajenas a uno mismo; En este plano de relatividades, existen muchas verdades, sin embargo y paradójicamente, solo existe una en nuestro interior.
El conocimiento del hombre, está sujeto a la libertad de pensamiento, sin embargo no todos los hombres son libres pensadores, y muchos están sujetos a estructuras mentales formadas por la idiosincrasia cultural a través de la cual fuimos formados.
Aarón Beck (1) dice: “Forman nuestra memoria una especie de tejido cognitivo llamado “Esquema”, el cual sirve como “lente”, a través del cual el sujeto ve la vida; y que concluye supuestos, reglas, y actitudes para lidiar con las situaciones relacionadas a dichos esquemas. Ante una situación dada, se activa un núcleo especifico del esquema que produce un pensamiento automático (pre-elaborado en el esquema), dándole a las situaciones que se presentan un matiz e interpretación particular, lo que produce una reacción fisiológica, emotiva, y conductual no sujeta a la decisión del sujeto” (2). Lo anterior lo menciona también Friedrich Nietzsche (5) cuando dice: “Aquello que el hombre llama voluntad, solo es la consecuencia de viejas batallas librada anteriormente en el interior inconsciente del hombre”.
Aarón Beck y Friedrich Nietzsche no son los único que habla en estos términos, también lo hace: Piotr Demiánovich Ouspensky (3), Jean Marie Ragón de Bettignies (4) entre otros más, llegando a nombrar al hombre como “Autómata”, “Maquina” o “Sonámbulo”, Donde todos son reactivos a pre-programaciones sociales, religiosas, políticas, raciales, etc. El hombre es esclavo de las propias ideas que ha aceptado de otro, a la repetición constante de los medios de comunicación con propaganda tendenciosamente subliminal, al terror, dogmas, paradigmas, sofismas, y supersticiones que alguien más ha implantado en las mentes humanas. En esto Nadie puede salvar al hombre, sino solo él mismo.
El hombre para buscar la verdad, primero debe ser libre de sí mismo, de todo lo que no es, porque de lo contrario, solo encontrara lo que está predispuesto a encontrar, o en última instancia reprobara y condenara todo aquello que no coincida con su esquema mental. Sin embargo y paradójicamente, La cábala nos ubica en “Assiah” el mundo de la materia y las manifestaciones, y es desde ahí que debemos ascender hasta “Atziluth” el mundo divino de las emanaciones arquetípicas, de tal modo que: ¿Quién es el que busca la verdad?… El mismo que dificulta tu búsqueda… Tu propio ego.
“Si un M,’, M,’, se perdiese, ¿Dónde lo encorarías?.., Responden: Entre el compás y la escuadra”. La escuadra simboliza el aspecto material del universo, el compás el aspecto energético espiritual o alma, y la letra “G” simboliza la consciencia que es “consciente” de ser “consciente”… o sea, ser autoconsciente (*).
La mente y consciencia cósmica no es exactamente Dios, sin embargo, es omnipresente, de tal modo que el propósito del alma “individual” encarnada es generar autoconsciencia a través de las experiencias obtenidas por conducto de su cuerpo físico, que no es otra cosa que el alma y mente cósmica tratando de experimentarse a sí misma a través de la humanidad.
Príncipe Rosacruz recuerda aquella máxima que dice: “Querer, saber, osar, y callar”. La revelación del secreto de la Rosa y la Cruz, del Ave Fénix, o el Pelicano que se desgarra el pecho para alimentar con su sangre a sus siete polluelos, no está en las palabras ni en ningún otro símbolo o alegoría, sino en la experimentación en uno mismo, en el interior del templo secreto que es presidido por nuestro maestro interior… Y esto, nadie lo puede hacer por ti… “El que tenga oídos, oiga” Lc. 8:8.
“Aquello que bailaban eran visto como locos por aquellos que no podían escuchar la música”
“Pax Vobiscum”
Lázaharo Hael,’,
Nota:
Las palabras, símbolos y alegorías, no son verdades, solo señalan hacia ellas.
El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leerlo.
Culiacán, Sinaloa. México. 09 de Septiembre del 2014.
Bibliografía:
Liturgia Grado I Aprendiz de Masón. R,’, E,’, A,’, A,’,
Liturgia Grado II Compañero de Masón. R,’, E,’, A,’, A,’,
Liturgia Grado III Maestro Masón. R,’, E,’, A,’, A,’,
Liturgia Grado XVIII. Soberano Príncipe Rosacruz. R,’, E,’, A,’, A,’,
Manual del Caballero Rosacruz.- Aldo Lavagnini.
La Masonería Oculta y la Iniciación Hermética.- J. M. Ragón 33°
Prontuario:
1).- Aarón Temkin Beck es presidente del Instituto de Beck para la Terapia e Investigación Cognitiva y profesor de Psiquiatría en la Universidad de Pennsylvania Se graduó en la Universidad de Brown en 1942 y en la Escuela de Medicina de Yale en 1946.
En la década de 1960 el Dr. Beck desarrolló el sistema de psicoterapia llamada Terapia Cognitiva (también conocida como «Terapia Cognitivo-Conductual» o «TCC»).
2).- El Rosacruz (AMORC).
3).- Piotr Demiánovich Ouspenski (n. Moscú, 5 de marzo de 1878 – m. Surrey 2 de octubre de 1947) fue un esoterista y escritor ruso. Autor de varios libros de temática espiritual y filosofía esotérica. También dio conferencias y seminarios sobre las enseñanzas de George Gurdjieff, y sobre el Cuarto Camino, siendo uno de los principales difusores de este tipo de conocimientos en el ámbito occidental.
4).- Jean-Marie Ragon de Bettignies (1781, Bray-sur-Seine – 1862), hijo de un notario público, se inició en la Francmasonería en 1804, siguiendo funciones como administrador en la administración imperial. Fue miembro de Gran Oriente de Francia, rito de Misraim, los Caballeros Templarios Raymond Bernard Fabre-Palaprat. Fundó y presidió la famosa casa parisina «True Friends», luego se convirtió en «Trinosophes» y del Capítulo y del Areopagus inherentes a la misma. Considerado por sus contemporáneos como el masón más educado del s. XIX; fue autor de numerosos libros masónicos de considerable influencia: La Misa y sus Misterios, El Curso de iniciación filosófica y de interpretación antigua, Ortodoxia moderna Freemasonry, La Oculta Freemasonry Y una colección de rituales masónica (y de las partes vinculadas, como los Montes). Muchas de sus obras fueron reeditadas por Ed. du Prieure, y luego en varios facsímiles por ediciones Lacour-Ollié. Fue el primer editor de la revista francesa masónica, Hermes.
5).- Friedrich Wilhelm Nietzsche (Röcken, cerca de Lützen, 15 de octubre de 1844–Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la genealogía de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a generaciones posteriores de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos.
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.
Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en autores tales como Martin Heidegger, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze, Gianni Vattimo o Michel Onfray, entre otros.
Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y postmodernos, y en la sociología de Max Weber. Es considerado uno de los tres «Maestros de la sospecha» (según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund Freud.
(*).- Checar catecismo y ritual funerario Masónico.
Hola, soy Ricardo, deseo inmensamente hacer parte de la Masonería. me puedes ayudar con lo que debo hacer, como ubicar un templo masón. Gracias.
Me gustaMe gusta
Hola, mi nombre es yosef ramon cohen asquenazi, tengo mucha conciencia de lo que quiero, esto que quiero es un chispa divina que esta en mi interior, de deseo de saber la verdad y conocer formar parte de este grupo de masoneria, ya que es de familia lo llevo en los genes mis 2 bis abuelos pertenecieron a la masoneria y uno de ellos llego al grado No.33, tengo ideales liberales que me consiernan a una integracion total, un sentimiento de saber y accionar lo que quiero ser, espero este blog ayude en mi avance a la masoneria, de otro modo seguire la busca constante de mis deseos interiores.
Me gustaMe gusta