Trabajo – Nuestra búsqueda


Deepak Chopra escribió en alguno de sus libros: “El universo se experimenta a sí mismo a través de la humanidad”, a lo que se podría agregar: “Los dioses se experimentan a sí mismos a través del universo”, por otro lado, algunos escritores sobre la cábala, expresan: “Dios deseo conocerse a sí mismo, y para ello creo un espejo donde pudiese verse reflejado”… El universo y la humanidad.

“Nadie ha visto jamás a Dios” Jn. 1:18. Pero el hombre cree conocerlo por las manifestaciones de la naturaleza y eventos cósmicos. Por lo anterior, Dios se vuelve para la humanidad inefable e incognoscible en su cabalidad, como lo es el inconsciente humano.

El hombre conforme experimenta y crece”, va formando una estructura mental a través del cual interpreta toda realidad que percibe. Ésta estructura son las líneas de fuerza y puntos de apoyo psicológicas en cuyo alrededor se forma el resto del edificio o templo que es el humano.

Todas las experiencias adquiridas, y las imaginadas por adquirir, van creando una especie de tejido mental, donde al pasar dos o más hebras, forman nódulos psicológicos que reaccionan ante estímulos  simpáticos a ellos, influyendo sobre la mente consiente del hombre.

Creemos que nuestros deseos y actos son producto de nuestra voluntad, cuando en muchas “ocasiones” no es así. Friedrich Wilhelm Nietzsche dice en palabras más o menos: “Eso que el hombre llama voluntad, es el resultado de anteriores batallas libradas a sus espaldas”. Con lo anterior, Nietzsche nos dice que la voluntad y acciones del hombre, son influenciadas o sugeridas por nuestras fuerzas instintivas y otras pulsiones psicológicas que emergen desde el inconsciente hasta el consciente.

La ciencia que llamamos psicología, nos habla del “ello”, como las pulsiones y deseos instintivos o animales; El “Súper yo” que en parte consciente y en parte inconsciente,  representa los pensamientos morales y éticos del ser humano; Y el “Yo o Ego” es la instancia psíquica actuante y mediadora entre el “Ello” y “Súper yo”; El “Yo o Ego” viene siendo también, esa parte de nuestra mente con la cual administramos nuestras relaciones con el universo que nos rodea. El “Yo o Ego” es la parte de nuestra psique a través de la cual interpretamos nuestras percepciones y tomamos consciencia de lo que “Creemos ser”, no precisamente lo que somos.

El hombre no es la medida del universo, ni de los dioses, pero si la medida de su propia realidad. Nuestra consciencia y estructura mental, marca con enormes y alegóricos muros, los límites de nuestra propia percepción y realidad. Romper estos muros, no es fácil, porque nos identificamos con nuestros propias creencias y conocimientos, sean éstos verdades o no… O en otras palabras, nos volvemos esclavos de lo conquistado y prisioneros dentro de nuestros propios muros.

Nuestra estabilidad y seguridad psicológica descansa en aquello que creemos ser. Cobramos valor existencial, a través de nuestros propios conocimientos y creencias, y considerar la posibilidad de estar equivocados, causa incertidumbre e inseguridad.

Según la biblia, Moisés, que quiere decir: “El Salvado de las aguas”… (¿De la Materia?).  Libero al pueblo Judío de la esclavitud en Egipto. Sin embargo el pueblo siendo liberto físicamente, continuaba siendo esclavo mentalmente. Esto se manifiesta cuando le reclaman a Aarón el sumo sacerdote: «¿Acaso no había sepulcros en Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto? ¿Por qué nos has tratado de esta manera, sacándonos de Egipto?”  Éx 14:11. El pueblo Judío prefería la seguridad y confort de las cadenas de la esclavitud, a la incertidumbre de la libertad… ¿Cuántos de nosotros actuamos igual?

La Biblia, El Bhagavad Gita, o El Corán  entre otros libros de tradiciones sagradas, hablan de luchas, senderos, tierras, sepulcros y templos entre otras cosas, que solo son alegorías de eventos que sucedieron, están sucediendo o sucederán en el interior de todo ser humano. Es la lucha y búsqueda eterna por la libertad y alcanzar las respuestas a las preguntas: ¿Qué o Quién Soy? y ¿Qué o Quién es Dios?… Porque ambos parecen ser uno solo, sin embargo y un tanto paradójico, para conocer el segundo, has de conocer antes al primero.

Algunas religiones hablan del renacer de los muertos al final de los últimos días. Los alquimistas hablan del “Solve et Coagula”. El Maestro Mason repite la frase: “Moha Bon” que quiere decir: “La carne se desprende de sus huesos”.  Y algunas otras  órdenes y fraternidades místicas-esotéricas, hablan en sus iniciaciones de la muerte simbólica del hombre viejo u ordinario y el nacimiento o despertar del hombre nuevo. Quizás se refieran a la muerte del falso hombre, de aquel que creíamos ser. Aquel que fue formado por nuestra idiosincrasia, por los estereotipos que la sociedad, el gobierno y religión que subliminalmente nos han inculcado. Pasemos de la inmanencia a la trascendencia y realización de nuestra consciencia como libres pensadores.

 La iniciación al tercer grado M,’, M,’, de la Masonería Escocesa, nos habla de la muerte de los ideales egoístas, retrógrados y materialistas para renacer los ideales más altruistas, filantrópicos y espirituales del hombre real, el renacer del Maestro Secreto, El Maestro Intimo, El Maestro Interior que no es otro que nuestra propia alma, el Hiram Abif, el Cristo Interior que fue crucificado en la cruz material del cuerpo físico de todo ser humano.

Las palabras ocasionalmente son polisémicas al igual que el simbolismo es polivalente según el esquema o teatro en que se presentan. Es un lenguaje un tanto plástico que según el grado Masónico, asume una interpretación distinta, aunque no diferente en su esencia.

El pecado de Eva, fue el principio de la libertad que llevaba implícito su deseo de saber, su ansia por el conocimiento; La historia del génesis bíblico, en su forma e interpretación literal, es un cuento infantil que solo puede obtener valor racional cuando nos remite al ser humano. Por ejemplo: la Manzana o fruto del conocimiento, muy “posiblemente” solo se refiera al cerebro del hombre, como el órgano pensante. ¿Cómo podría darse cuenta Adán y Eva de su desnudez sin un cerebro?, ¿Qué interés tendría el alma en encarnarse en un cuerpo sin el sistema cerebro-espinal y demás órganos? El cuerpo del hombre es producto de la materia altamente organizada… El libro de Enoc, Enoch o Adris, hace referencia al salmo 133 que se lee al inicio de los trabajos del primer grado de la Masonería Escocesa. Y dice que los hijos de Dios, descendieron en la cima del monte Hermón, en los Montes de Sion, y que las mujeres ascendieron hasta la cima de la montaña. Los ángeles, “posiblemente” se refieran al alma humana, y las mujeres o los cuerpos físicos altamente organizados y aptos para evolucionar.

Maestro Mason 3°: ¿Ya encontraste el sepulcro del V,’, M,’, Hiram Abif?

Caballero del Real Arco 13°: ¿Ya encontraste la llave en la boca del león?

Gran Elegido y Perfecto Mason 14°: ¿Ya encontraste el delta sagrado?

Caballero Rosacruz 18°: ¿Ya encontraste la palabra perdida?

Caballero de la Serpiente de Bronce 25°: ¿Ya sois libre?

Caballero Kadosch 30°: Recuerda: “En suma, las enseñanzas que predomina en todos los grados es el conocimiento de sí mismo”.

Es cuanto mi pensar y sentir.

 

“¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” Sal. 8:4.

Fraternalmente.

 

Lázaharo Hael,’,

 

Nota:

Palabras, símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.

El presente son reflexiones y meditaciones personales, no representan necesariamente la opinión de la orden.

No escribo para todos, sin embargo, todo son invitados a leer.

Culiacán, Sinaloa. México. Domingo 03 de julio del 2016.

 

Bibliografía:

Diccionario Enciclopédico de la Masonería.-              Lorenzo Frau Abrines.

La Biblia de Estudio.-                                                        Reina-Valera.

Sincro Destino.-                                                                 Deepak Chopra.

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