En el principio era el verbo, la materia primordial con que todo fue hecho. Fuera y frente a la puerta del templo de Salomón, existían dos columnas representativas del positivo y el negativo, o de la atracción y repulsión. Éste es el principio de la creación de toda forma o cuerpo que puebla el universo; El positivo es afirmación y el negativo es negación de algo, por lo cual, podemos inferir que el principio existencial era solo uno, la materia primordial, y el negativo seguía siendo el uno en diferente estado de manifestación vibratorio y cohesivo. La unión del positivo y el negativo da como resultado un tercer estado virtual, pues solo tienen existencia mientras la unión de las dos polaridades armónicamente se conserve.
En el universo, la energía-materia no nace ni muere, solo se transforma. Las formas son finitas, la energía o materia primordial no. Lo anterior podríamos sintetizar que existe un ser, una sola alma y consciencia universal experimentándose, conociéndose y evolucionando a través del cosmos. (1).
La realidad cósmica puede ser algo diferente a la realidad humana. Por ejemplo un árbol bien podría ser un conjunto de torbellinos y nubes de átomos y otras materias subatómicas, pero nuestros sentidos y consciencia lo perciben y dan existencia en nuestra mente como un árbol.
Nuestra consciencia no está en contacto directo con la naturaleza que nos rodea, sino que lo hace a través de nuestros sentidos, y es nuestra consciencia la que la da existencia comprensible ante nuestra razón; Nuestra consciencia podría percibir-comprender en incontables formas, pero siempre limitados por las características de nuestros sentidos y nuestro acervo de conocimientos previos. Lo anterior podría ejemplarizarse con un violín, a través del cual se podrían interpretar innumerables arreglos musicales, pero siempre dentro de los limites de sus cualidades, porque le sería imposible hacerlo como un instrumento de percusión.
La naturaleza de una verdad absoluta, es la eternidad, como lo es Dios. El hombre es finito, y solo puede acceder a verdades relativas, porque aún aquellas verdades o resultados que aparentan ser absolutas porque se repiten idénticamente una y mil veces más, podrían ser producto de las condiciones temporales del tiempo y espacio; El tiempo y edad humana es diferente a la del cósmico, de tal forma que lo que nos parece eterno, podría ser una hora, día o año sideral.
La percepción-comprensión del hombre no está limitado a lo objetivo y concreto que perciben sus sentidos físicos, prueba de ello son las matemáticas, la física y lo espiritual entre otras, pero para comprender toda percepción, incluyendo Dioses, Ángeles y Demonios, las deberá análogar con el universo de las formas, lo concreto y tangible, porque ese es nuestro plano o dimensión física.
La Masonería entre otras corrientes, poseen símbolos, alegorías y ceremoniales para comprender lo abstracto o espiritual, pero algunas personas se quedan cautivas adorando ídolos rituales, literarios o de otras formas, sin comprender que no son el objetivo último, sino un medio para alcanzar el espíritu detrás en ellos.
Hay personas que por ego o ignorancia, buscan la luz para sentirse importantes brillando más que los demás, sin comprender el compromiso y las consecuencias contraído ante Dios y las huestes cósmicas de compartir la luz que debe iluminar el sendero para que no tropiecen los que vienen detrás.
¡¡¡ Spes Mea In Deo Est !!! (2)
Fraternalmente.
Lázaharo Hael,’,
Nota:
Palabras, símbolos y alegorías, no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.
El presente son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.
Culiacán, Sinaloa. México. Domingo 08 de julio del 2018.
Bibliografía:
(1).- Liturgia Caballero Rosacruz 18°
(2).-“Mi esperanza está en Dios”