Meditación y Trabajo


Trabajemos en meditación profunda y oremos, por todos los que sufren el flagelo de la enfermedad física, emocional y mental, por aquellos que luchan contra la pandemia del covid19.

Entremos a nuestro oratorio personal, nuestro Sanctum físico, y efectuemos cuatro respiraciones profunda y retenidas, al mismo tiempo que mentalizamos imaginándonos con espada flamígera en mano, trazando los tres círculos de protección alrededor nuestro, y suavemente, como en secreto, vocalicemos silabeando y extendiendo las vocales, los cuatro nombre sagrados de los Arcángeles de Dios: Al oriente y frente a mí, Ra-fa-el, al poniente y detrás de mi Ga-bri-el, al sur y mi derecha, Mi-ka-el, y al Norte e izquierda mía, U-ri-el, que nos asistirán en nuestros trabajos y propósitos al mismo tiempo que nos protegerán de toda intromisión de fuerzas desestabilizadoras. Entonces introvertamos nuestra consciencia hacia nuestro “Sanctum interior”, donde mora nuestra alma y unámonos a la mente colectiva de todos los místicos que en estos momentos están trabajando igual que vos, y que están extendidos sobre toda la faz de la tierra, y vocalicemos mentalmente las palabras de poder o mantras que todos conocemos.

Trabajemos en beneficio de la humanidad, y sobre todo, para quienes luchan en su lecho de enfermo por recuperar la salud.

Que vuestro trabajo se desarrolle, según sea la inspiración y guía de su alma, su maestro interior.

Al final de nuestra labor, digamos:

Podéis ir en paz, esta convocación ha terminado. Si a Dios le place nuestro trabajo, ¡¡¡

QUE ASI SEA !!!

Pax Vobiscum.

Nota: La imaginación, sumada a la fuerza de voluntad, y el deseo sincero por ayudar a quienes sufren, es una de las herramientas más importantes y poderosas del místico.

La magia y el milagro de la oración, solo existen para quienes creen en ellos y en Dios.

El presente son, reflexiones y meditaciones personales, no representan necesariamente el criterio de la orden.

NO ESCRIBO PARA TODOS, sin embargo, el que tenga oídos para oír, que oiga, y ojos para ver, que vea.

Culiacán, Sinaloa. México. Domingo 23 de mayo del 2019.