POEMA POLITICO DEL 2008


POEMA POLITICO DEL 2008.

UN PRESIDENTE ES UN GOBERNADOR, ES UN GOBERNANTE, UNA AUTORIDAD, QUE DEBE GOBERNAR, REINAR, SER UN PRINCIPE NADA PESADO PARA EL PUEBLO QUE SIRVE.

EN POCAS PALABRAS, EL GOBIERNO DEBE SER MINIMO REPRESENTANTE DE SU PUEBLO, A QUIEN SE DEBE. A CAMBIO EL PUEBLO LE DEBE RESPETO, OBEDIENCIA Y CUMPLIMIENTO.

EN MEXICO NOS GOBIERNA Y SOMOS GOBERNADOS POR GENTE QUE ABORRECE LA  JUSTICIA  Y CONDENA A LOS JUSTOS. SE TRATA DE GOBIERNOS INDIGNOS QUE SOMETEN AL PUEBLO AL QUE LLAMAN PERVERSO.

EN MEXICO SE CALLA LA VERDAD ANTE LOS OIDOS DEL GOBERNANTE Y CON DINERO SE COMPRA EL SILENCIO DE  LOS CERCANOS.

LOS GOBERNANTES MEXICANOS SE ENSEÑOREAN DE SU PUEBLO AL QUE COMO GRANDES AUTORIDADES SOMETEN A SU JUSTICIA.

PARA PODER SER UN BUEN GOBERNANTE, JUEZ O LIBERTADOR SE NECESITA UN ANGEL, EN CAMBIO CUANDO SE TIENE UN DEMONIO LA MULTITUD SE DIVIDE Y EL CONFLICTO AFLORA.

“EL QUE GOBIERNA SU CASA TENIENDO A SUS HIJOS SUJETOS CON DIGNIDAD, BUENA REPUTACION Y EVITANDO EL DESCREDITO, LO HACE BIEN”.

PIENSELO.

EL POETA ECONOMICO

5 comentarios en “POEMA POLITICO DEL 2008

  1. CARLA BRUNI

    ESO no es un poema es, una reflexion parece k la gente de hoy en dia no tiene idea de lo k es un poema, eso no hace estrenecerse al alma solo son palabras que no despegan de la tierra como se atreven llamarle a eso poema, se nota k no han leido a los verdaderos poetas maasones incultos, no porque tenga forma de verso es un poema y menos contiene poesia , la poesia se fabrica con palabras que traducen las reminicenmcias mas bellas del alma,

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  2. Abdul Robles Sánchez

    Claro que esta basura no es un poema, y como reflección está bastante disparatada.
    La política es cosa demasiado terrena y llena de tonos grises. Nada radical. Sus preceptos ideales rayan no sólo en lo absurdo sino peor, en lo cursi; no descubre ni el agua potable, ni en fondo ni en forma…. si es que a ese batiburrillo se le puede llamar forma.
    Este poeta económico se pasa de pueril, apenas rosa la superficie del agua, no sabe ni papa de la realidad política y menos de poesía.
    Seguiré buscando verdaderos poemas políticos

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  3. José Perilla

    No ´se, yo tengo poesía política pero creo que estoy más cerca de ser poema, aunque no abandono mucho el lenguaje real, si hay metáfora y otros muchos recursos literarios, y si hay sentimiento y alma en mi poesía. no escribo una prosa crítica sin sentido como esta, escribo una realidad de carácter político, mezclando sentimientos y realidades de los personajes. me permito anexar dos poemas.

    Desiertos que vagan, se van a la lucha, aferrados a la sangre, morena en la selva, sin piedad interna, con la gris en blanco, trazan arreboles en reflejos negros, pintando sentires en los años viejos.

    El PENSIONADO.
    Cuando la infancia aún no terminaba.
    Tomó las armas para defender la causa,
    Acompañado de muchos camaradas,
    Ando los montes al calor del fuego,
    Jaló el gatillo en contra del enemigo,
    Aún sabiendo que ellos eran de su pueblo.

    Veía morir entre llantos y gemidos,
    A los que pensaban diferente a él,
    Se volvió osco sin ningún argumento,
    Solo la sangre saciaba aquel momento,
    Los deseos negros de vivir contento,
    Como piraña fría, que busca su alimento.

    Así pasaba los años entre batallas,
    Esperando celebrar el triunfo,
    Contando difuntos y margallas,
    Despojado del amor más puro
    Desbaratando el mejor futuro,
    De la familia de él y la del mundo.

    Su juventud la entrego a la causa,
    Luchando siempre sin miedo y sin pausa,
    Con su fusil lanzando chorros de humo,
    Por los caminos senderos y sabanas,
    Quitando vidas hasta saciar las ganas,
    Como una fiera sin perdonarles nada.

    Así paso toda su vida ruin,
    Como una hiena lanzando aullidos,
    Usó la espada sin entender nada,
    Mato la pava y le destruyo el nido,
    Hirió su alma su amor y sus sentidos,
    Convirtiéndose en feto mal nacido.

    Cuando los años se le vinieron encima,
    Y ya las fuerzas no lo acompañaban,
    Había ganado todas las batallas,
    Menos la que por dentro llevaba,
    Era la de él, que le hacía arder el alma,
    Con combustible de sangre derramada,

    En el horizonte imágenes veía,
    En nubes negras de carnes podridas,
    Siluetas perras de vidas perdidas,
    Con gran nostalgia matón él se sentía,
    Sin corazón, sin amor ni valentía,
    La triste historia, por dentro ya le ardía.

    No aguantó más, soñó que se moría,
    Habló a su jefe y le pidió salida,
    Le vio en sus ojos su cara le decía,
    Eres traidor maldita porquería,
    Aunque los labios nunca los abría,
    Sintió la muerte como última salida,

    Así le pagan al que con valor lucha,
    Sin preguntar si está equivocado,
    Volteó la espalda le estaban apuntando,
    Lanzo su grito con sabor de espanto,
    Y dijo; que mi sangre pague mis pecados,
    Al fin las cuentas se estaban ajustando.

    Lo pensionaron como buen guerrero,
    Con una ojiva incrustada en la cabeza,
    Es el mandato de estos estatutos,
    Quién no los cumpla será otro difunto,
    Esa es la guerra maldita porquería,
    Esa es la lucha que vivimos noche y día.

    Las campanas doblaron,
    Solo su madre al funeral lo acompañaba,
    Con flores negras en su mano izquierda,
    Con gran tristeza luto le guardaba,
    Con lágrimas de sangre en sus mejillas,
    Aquella madre sin culpa susurraba,
    Llevo a mi hijo, a su última morada.

    Esta es la historia queridos compatriotas,
    De hombres que se creen valientes,
    Que defendiendo lo que yo no entiendo,
    Se convierten en esbirros y matones,
    Apagando toda luz de esperanza,
    A un pueblo que de llorar no se cansa.

    Yo creo que hay luchar hasta el cansancio,
    En defensa del más desfavorecido,
    Con justicia con amor y sacrificio,
    Revolución de hombres con oficio,
    Usando como arma las ideas,
    Para buscar la paz y la justicia.

    Raja en migajas a los corazones, zarpa la güila, virginidad al viento de turno, atraída por la sonajera, el tañer de los fierros, por sendas de hiel, más oscuro el velo pones en el rostro, esa la beldad flor en los cañones, estridentes sonidos, tiemblan farallones, las rosa de vida, caen resedas, por varas de mimbre es de enredadera, hacen canastillas de cobre seguidos parten a la historia pétalos fundidos.

    LA PEQUENA COMBATIENTE.

    Inocencia que nació del vientre.
    De madre que sufrió al parir,
    Convertida en una combatiente
    Llevando el corazón ardiente,
    En un cuerpo ensangrentado,
    De mandriles que buscan el poder.

    Virginidad que en las selvas fue gastada,
    Sobre helechos que conformaron su caleta,
    Horrando al esbirro sin propuesta.
    Trémula del dolor e inexperiencia.
    En medio de romances de cañones,
    El pedófilo el mejor caviar se come,
    En nombre de la lucha de naciones.

    En las mañanas trémulas y frías,
    El cuerpo tembló lleno de emociones,
    Las caricias las recibió de tambores,
    Que tronaron en la selva a montones,
    Haciendo ríos rojos blancos rostros,
    Pensando que la lucha era por nosotros.

    La riata, las botas y los telones,
    Hicieron parte de su dotación cruel,
    Cartucheras, y cancharinas sin miel,
    En su lomo el fierro más letal,
    Convirtiendo su dulce mirada,
    En linternas de foco criminal,

    Era linda, su apariencia no cambiaba,
    Afín mujer, esa es la ley natural,
    Así haga parte del bien o del mal,
    Su belleza cual flor de carnaval,
    No la apagaron los ruidos al tronar,
    Lo juguetes que causan tanto mal.

    Cuando caía la tarde en el erial,
    Y el crepúsculo desvanecía su color,
    Su vida cambiaba cual postal.
    Que cayó en lodo mal oliente,
    Cambiando visualmente para siempre,
    La figura de ese rostro angelical,
    Dejando en su alma una serpiente,
    Que enredo su vida para siempre.

    No fue su culpa, es la mía,
    Que cobarde actuación he tenido,
    Sin cumplir mi papel al que he venido,
    Dejando que el destino sin sentido,
    Rocié sobre las flores más hermosas,
    La desgracia de un pueblo confundido.

    Sus besos con sabor a plomo.
    Su pecho bañado con roció amargo,
    Pezones que perdieron el sentir,
    Acariciados por cobre refundido,
    No dejaron de dar las sensaciones,
    De hembras que sueltan sus gemidos.

    Cuando en la lid los fierros gritaron,
    Las piernas temblaron al vaivén,
    De lluvias de cobre que al caer,
    Desgarraron las carnes inocentes,
    De esta flor que se volvió inerte,
    Pensando que iba a florecer.

    La madre esperaba en su cabaña,
    A la niña que de verde se vistió,
    Cual cactus que creció en el desierto,
    Como lluvia que humo se volvió,
    Dejando a su paso el peor aliento,
    Jamás a su casa regresó.

    Perla que cambió de tono,
    Joya perdida, del cofre salió,
    Mirla que abandonó su palafito,
    Jamás a nadie le dio,
    El fruto de su lucha estéril,
    Su sangre en hiel se convirtió.

    Sentires limpios como el pétalo,
    De las flores más bella del edén,
    No deben ser llevados al desierto,
    Por más que haya mal gobierno,
    Sus vidas son tesoro natural,
    Donde fluye el amor y no el mal.

    Las luchas hay que hacerlas, es normal,
    Alzar la voz por todos los derechos,
    Sin confundir le bien por el mal,
    Para hacerse así un criminal,
    Que desborda su fuerza contra el pueblo,
    Convirtiendo el remedio en otro mal.

    La libertad es un apéndice del ser humano, sin la cual la vida simplemente no es.

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